Las negociaciones nucleares avanzan lentamente en su recta final

LGR118 LAUSANA (SUIZA), 26/03/2015.- El secretario de Estado estadounidense, John Kerry (c), sale del hotel durante un descanso tras la reunión bilateral que mantuvo con el ministro iraní de Asuntos Exteriores, Mohamad Yavad Zarif, en Lausana, Suiza, jueves 26 marzo de 2015.EFE/Laurent Gillieron

Las negociaciones entre el Grupo 5+1 e Irán para alcanzar un acuerdo que garantice que este país no fabrica armas atómicas avanzan lentamente y su plazo previsto se aplazó hoy por cuarta vez porque se han vuelto más arduas en la recta final.

«Hemos mantenido reuniones desde por la mañana temprano (…), pienso que es correcto decir que hemos hecho progresos hoy. El ambiente es muy constructivo», dijo hoy el secretario de Estado de EEUU, John Kerry, según lo cita un comunicado del Departamento de Estado de su país.

«Todavía tenemos un par de asuntos muy difíciles y nos sentaremos muy pronto a discutirlos, esta noche y mañana. Pero pienso que hemos resuelto algunas de las cosas que estaban pendientes y hemos hecho algunos progresos», añadió Kerry.

Los jefes de las diplomacias del 5+1(integrado por Estados Unidos, China, Rusia, Reino Unido, Francia y Alemania), más la Unión Europea, por un lado, e Irán, por el otro, continuarán mañana en Viena con la ronda final que arrancó hace quince días.

Tanto Estados Unidos como la Unión Europea (UE) anunciaron hoy que extienden hasta el próximo lunes las medidas acordadas en el Plan de Acción conjunto pactado con Irán en noviembre de 2013.

Se trata de la congelación de algunas sanciones contra Teherán a cambio de la suspensión de parte del programa atómico iraní, medidas acordadas como gesto de buena voluntad para crear confianza y facilitar el progreso hacia un histórico acuerdo definitivo.

«Para permitir la negociación por tiempo adicional vamos a dar los pasos técnicos necesarios para que sigan en pie hasta el 13 de julio las medidas del Plan de Acción conjunto», señaló una fuente del Departamento de Estado de EEUU en un comunicado.

El 5+1 negocia desde hace 20 meses un pacto para limitar el programa nuclear iraní a cambio del levantamiento de las sanciones económicas y financieras.

El objetivo es que Teherán reduzca sus actividades atómicas -en especial el enriquecimiento de uranio- hasta el punto de que no pueda tener la capacidad de fabricar armas atómicas al menos en los próximos 10 ó 15 años.

A cambio, las potencias implicadas en las negociaciones deberán garantizar que Teherán pueda mantener un programa nuclear con fines civiles, y levantar las sanciones financieras y comerciales que desde hace años estrangulan la economía persa.

Precisamente, las modalidades del levantamiento de las sanciones es uno de los escollos.

Teherán insistiría en que todas se anulen en cuanto entre en vigor el acuerdo, pero el G5+1 pretende obtener antes un informe del Organismo Internacional de la Energía Atómica (OIEA) que confirme que Irán está cumpliendo con sus compromisos.

Otra elemento de discordia es el alcance que deberán tener las inspecciones del OIEA para verificar el cumplimiento iraní.

Teherán siempre ha negado que busque dotarse de un arsenal nuclear, como sospecha el G5+1, pero hasta ahora no ha permitido el acceso de los inspectores del OIEA a algunas instalaciones militares donde supuestamente pudo haber realizado investigaciones atómicas.

Lo que complica más las cosas es la exigencia de Teherán de que el fin de las sanciones abarque también al embargo de armas, algo que apoya Moscú y que Washington rechaza al considerar que no está directamente relacionado con el conflicto nuclear.

El pasado 2 de abril, las partes pactaron en Lausana (Suiza) los parámetros generales del acuerdo pendiente de redactar y se dieron de plazo hasta el 30 de junio para terminar de negociar los detalles del mismo, pero no lograron cumplir ese calendario.

Primero prolongaron el plazo hasta el 7 de julio, luego por tres días más, hasta hoy, cuando decidieron fijar la fecha límite en el 13 de julio.

Tras 22 meses de esfuerzo negociador todos reconocen que nunca antes habían logrado avanzar tanto para una solución política al contencioso nuclear.

Pero también coinciden en resaltar que aún les queda trabajo por hacer, pues lo más difícil ha quedado para el final.

El jefe de la diplomacia británica, Philip Hammond, lamentó hoy «la lentitud exasperante» de la negociación.

Su homólogo iraní, Mohamad Yavad Zarif, acusó a sus contrincantes de cambiar sus posturas respecto a puntos ya acordados, e incluso de posiciones dispares en el seno del 5+1.

«Desafortunadamente, estamos viendo tantos cambios de posturas como excesivas demandas. Varios países del Grupo 5+1 tienen diferentes opiniones. Esos temas han hecho la negociación complicada.», dijo Zarif en declaraciones difundidas por la agencia iraní IRNA.

No obstante, tras reunirse esta mañana con Kerry, y con la jefa de la diplomacia de la UE, Federica Mogherini (quien actúa de coordinadora de las potencias en esta negociación), Zarif expresó su confianza en que los problemas pendientes se resuelvan antes del lunes.

Por su parte, el presidente ruso, Vladímir Putin, expresó hoy su confianza en la rápida firma de un acuerdo definitivo.

«Nos pronunciamos por el levantamiento de todas las sanciones contra Irán cuanto antes», dijo Putin en la ciudad rusa de Ufá, donde se celebra la cumbre de la Organización de Cooperación de Sanghai (OCS).

El pacto, de lograrse, permitiría a Irán volver a exportar libremente su petróleo, recuperar miles de millones de dólares de fondos congelados en el extranjero y volver a participar en las redes financieras y comerciales internacionales.

Para las potencias negociadoras, además de frenar una carrera de armas atómicas en Oriente Medio, facilitaría la cooperación con Irán en la lucha contra el grupo yihadista Estado Islámico (EI). EFE [I]

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