Maduro ya no le contesta las llamadas a Juan Manuel Santos

Colombianos cargan sus pertenencias a traés del río Táchira de regreso a su país el martes 25 de agosto de 2015 en medio de la expulsión masiva de ciudadanos de ese país de Venezuela. (Foto AP/Eliecer Mantilla)

BOGOTA, Colombia (AP) — La frontera entre Colombia y Venezuela cumplió el jueves una semana cerrada luego de que presuntos contrabandistas colombianos hirieron a tres militares venezolanos.

Como consecuencia del cierre, 1.097 colombianos han sido deportados desde Venezuela y ha habido denuncias de maltratos.

La Defensoría del Pueblo dijo que hasta ahora ha recibido 451 quejas «siendo el desalojo de vivienda el tema común entre los denunciantes, que además advierten situaciones como la desintegración familiar con 113 casos, el maltrato físico y verbal de las autoridades venezolanas con 115 hechos reportados; la destrucción de viviendas, con 52 declaraciones; el despojo de pertenencias durante los desalojos, con 41 quejas, y la retención de documentos, con 32 quejas».

Para la canciller colombiana María Ángela Holguín, quien el miércoles se reunió en el puerto caribeño de Cartagena de Indias con su par venezolana Delcy Rodríguez, la cooperación entre los dos países es la herramienta para combatir el contrabando y no el cierre de la frontera.

En entrevista con la emisora local Caracol Radio, la ministra de Exteriores indicó que el presidente Juan Manuel Santos ha tratado sin suerte desde el fin de semana de comunicarse con su par venezolano Nicolás Maduro.

«El presidente Santos lo llamó el fin de semana y no había recibido respuesta de él», explicó Holguín, quien en la jornada volverá a Cúcuta, ciudad fronteriza con Venezuela y a 400 kilómetros al noreste de Bogotá.

«Después de visitar a estos compatriotas que están en los albergues, escuchar sus historias, se le arruga a uno el corazón. Son historias desgarradoras, como son las historias de miles de colombianos que han sido deportados, 1.097 deportados oficialmente», sostuvo la víspera Santos.

Agregó que «no es admisible, bajo ninguna circunstancia, la forma como muchos colombianos han sido expulsados del territorio venezolano, dejando atrás hijos, muchos de ellos niños, como la hija de 12 años de una señora que me contó su historia y que se quedó al otro lado de la frontera, mientras a su mamá la sacaban de donde había vivido por años. Me decía esta señora: ‘Me sacaron como a un perro»’.

Aunque unos cinco millones de colombianos viven en Venezuela, la ofensiva de seguridad se ha enfocado en algunos poblados cercanos a la frontera. Según Maduro en dichas poblaciones la escasez generalizada y la delincuencia rampante se deben a bandas de inmigrantes.

Maduro ordenó el cierre de la frontera la semana pasada luego de que hombres armados, según Caracas paramilitares, hirieron a tres militares venezolanos que efectuaban un patrullaje para combatir el contrabando.

El secretario general de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) el expresidente colombiano Ernesto Samper (1994-1998), dijo el jueves a Caracol Radio que «soy solidario con la situación que están viviendo los compatriotas, en desacuerdo con la manera en que se están manejando las deportaciones».

Pero en su cuenta de Twitter Samper había dicho que «hace un año denunciamos el peligro de la intromisión de paramilitares colombianos en Venezuela. Hoy se confirma que es una realidad».

Sus declaraciones provocaron indignación en las redes sociales y en la clase política. El expresidente César Gaviria (1990-1994), quien fue también secretario general de la OEA, pidió revisar la permanencia de Colombia en la Unasur. Sin embargo, Holguín sostuvo que el país no puede salir del organismo internacional por el hecho de que su secretario general haya fijado una posición sobre un determinado tema. De todos modos, la funcionaria calificó de infortunada la primera postura de Samper respecto de la crisis entre Colombia y Venezuela.

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