Venecia (Italia), (EFE).- El realizador argentino Pablo Trapero, que ganó hoy el León de Plata de Venecia por «El clan», consideró que el cine «es entretenimiento y espectáculo, pero también reflexión».
«El cine, por naturaleza y definición tiene la capacidad de emocionarnos y de modificarnos y eso hace que tengamos una responsabilidad» a la hora de hacer una película, señaló Trapero, un director en quien la vertiente social está muy presente en trabajos como «Carancho» (2010), «Leonera» (2008) o «Elefante blanco» (2012).
El cine es «un espacio de encuentro y tienen la posibilidad de cambiar las cosas», pero al mismo tiempo es solo una propuesta. «Somos los que las vemos (las películas) los que tenemos que hacer que las cosas pasen. Es una oportunidad para que las cosas vayan un poco mejor».
«Nuestros países -dijo en referencia a Argentina y a Venezuela, por el León de Oro a «Desde Allá»– tienen historias para dar y estas películas nos permiten conocernos, aprender de los errores y ganar un poco de tiempo aprendiendo de esos errores».
Errores como los que muestra su filme, que se centra en las actividades delincuentes de una serie de personas que primero actuaron bajo la impunidad de la dictadura y luego, ya de forma individual, en los primeros tiempos de la democracia, aprovechándose del caos de aquella época en Argentina.
«El clan» cuenta, en opinión del director, unos hechos que ocurrieron porque eran el «síntoma de la época. El fin de la Guerra de Malvinas, el fin de la dictadura y llega la democracia».
Una película que «provoca una cierta incomodidad», explicó a Efe el realizador argentino tras la presentación del filme en Venecia.
Protagonizada por un gran Guillermo Francella, «El clan» -una coproducción de las argentinas Kragmer & Sigman Films y Matanza Cine, y la española El Deseo, de los hermanos Almodóvar- cuenta la historia de la familia Puccio, que entre 1983 y 1985 se dedicaron al secuestro y asesinato, incluso de amigos. EFE
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