NUEVA YORK (AP) — La Conmebol y la CONCACAF anunciaron el miércoles el rompimiento de su relación con la empresa Datisa, con lo que se despeja un obstáculo que impedía que la Copa América Centenario se dispute en Estados Unidos el año próximo.
Ambas confederaciones difundieron comunicados en los que señalan que la rescisión de los acuerdos con Datisa es de efecto inmediato.
«Es trascendental», dijo a The Associated Press el presidente de la Conmebol, el paraguayo Juan Angel Napout, al ser consultado sobre la medida. «La idea es hacer la Copa Centenario«.
En mayo pasado, fiscales de Estados Unidos señalaron a Datisa como una de las compañías que dieron millonarios sobornos a cambio de la venta de los derechos de transmisión televisiva y marketing de cuatro ediciones de la Copa América, incluyendo la especial Centenario.
Por la investigación iniciada en Estados Unidos, varios dirigentes de las dos confederaciones fueron detenidos en Suiza, por los delitos de sobornos y crimen organizado, entre otros.
El comunicado de la Conmebol precisa que la entidad asumirá los derechos de patrocinio y retransmisión de la Copa América Centenario y que «conjuntamente con la CONCACAF y en conjunto con el operador local del torneo van a identificar nuevos socios para comercializar y vender los derechos comerciales del torneo utilizando un proceso nuevo y transparente».
La CONCACAF empleó un lenguaje idéntico al consignar que también asumía el control de sus derechos comerciales.
Ambas confederaciones no identificaron quiénes son los operadores locales. Tampoco dieron detalles del proceso
Los fiscales estadounidenses dijeron en mayo que la Conmebol alcanzó un acuerdo en 2013 con Datisa, una compañía recién fundada por un contrato de 240 millones de dólares por los derechos de la Copa América de 2015, 2019 y 2023. Añadieron que la Conmebol aceptó al año siguiente un acuerdo de 112,5 millones por la Copa América Centenario 2016.
Luego de anunciar el auto de acusación contra 14 dirigentes y empresarios, la fiscalía estadounidense indicó que, como parte de los acuerdos, Datisa aceptó pagar 110 millones en sobornos a dirigentes del fútbol sudamericano.
El portavoz de la CONCACAF, Jurgen Mainka, no respondió a una consulta telefónica en procura de reacciones. (D).