Austin (EEUU), (EFE).- Ya fueran musulmanes, judíos o cristianos, ricos o pobres, de derechas o de izquierdas, el nobel colombiano Gabriel García Márquez despertó entre todos sus lectores un «amor absoluto» que, según afirmó hoy en Austin (EEUU) el escritor Santiago Gamboa, nadie más ha podido repetir.
«García Márquez era el máximo exponente del ‘boom’ latinoamericano y a mediados de los noventa su obra era descomunal», afirmó Gamboa, también escritor colombiano.
«Era una persona que todos los presidentes del mundo querían tener en sus casas y la lectura de su obra provocaba una compenetración absoluta que se reflejaba en un amor enorme hacia el autor», dijo.
Gamboa hizo estas reflexiones durante el simposio «Gabriel García Márquez: su vida y legado», que acoge durante tres días la Universidad de Texas en Austin con motivo de la apertura de su archivo personal en esa institución.
«Todo el mundo encontraba cosas en sus libros», sostuvo Gamboa acerca de la conexión que lograba el fallecido novelista con el lector.
Según él, esta universalidad de García Márquez supuso una carga para el resto de escritores de su generación, que «tuvieron un espacio de movimiento muy pequeño».
Gamboa, en cambio, se reivindicó como miembro de una generación que tuvo a García Márquez como un «clásico vivo» y que pudo «guardar la distancia que el tiempo daba», sin tener que «sentirse acosada».
Para ellos, el realismo mágico de García Márquez «era un camino agotado sobre sí mismo», pese a que las editoriales europeas, confesó, seguían pidiendo a los escritores latinoamericanos esa literatura.
«La historia de América Latina, ahora, sigue siendo una historia tenebrosa por momentos. Ese es el lugar común», dijo Gamboa al referirse, por ejemplo, a su propio país: «en Colombia -explicó-, si levantas esa bellísima capa natural te vas a encontrar con un montón de huesos».
«Nuestra experiencia ahora se centra más en las ciudades, hay una literatura urbana», sostuvo, al afirmar que ese mundo ya «no tiene lugar en el realismo mágico dibujado por García Márquez», por lo que «su estética se cerró sobre sí misma».
El simposio, que reúne a escritores latinoamericanos, empezó este miércoles y se clausurará mañana, viernes. EFE
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