El presidente de Bielorrusia, Alexandr Lukashenko, tomó hoy posesión de su cargo para un quinto mandato consecutivo en una ceremonia solemne celebrada en el Palacio de la Independencia de Minsk.
A la investidura asistieron los miembros de ambas cámaras del Parlamento, el Gabinete de Ministros en pleno, altos cargos del Poder Judicial, diplomáticos acreditados en Minsk, así como representantes de organizaciones sociales, informó desde la capital bielorrusa la agencia rusa Interfax.
Lukashenko fue reelegido en las elecciones del 11 de octubre pasado, en las que obtuvo el 83,47 % de los sufragios.
El presidente bielorruso se encuentra en el poder desde 1994 y debido a su autoritarismo es considerado el «último dictador de Europa», lo que le ha ocasionado sanciones de la Unión Europea.
En los últimos meses, con su desmarque de Rusia en la crisis ucraniana y el indulto a presos políticos, entre otros pasos, Lukashenko ha propiciado cierto deshielo con Occidente.
Sin embargo, su victoria en las urnas fue cuestionada de manera unánime por los observadores occidentales.
«Bielorrusia aún tiene un largo camino por recorrer para cumplir con sus obligaciones democráticas», resumió Kent Harstedt, coordinador especial de la misión de observadores de la OSCE. EFE (I)