CIUDAD DEL VATICANO (AP) — El papa Francisco y el líder de la Iglesia ortodoxa rusa se reunirán la próxima semana en Cuba, en un paso histórico para solventar el cisma que hace un milenio separó al cristianismo en oriente y occidente, anunciaron el viernes ambas iglesias. El encuentro del 12 de febrero será el primer encuentro de la historia entre un papa y un patriarca de la Iglesia ortodoxa rusa, la más grande de la rama ortodoxa.
Francisco visitará México del 12 al 18 de febrero. En su viaje al país norteamericano hará una escala en Cuba para reunirse con Kirill en el aeropuerto de La Habana, donde firmarán una declaración conjunta.
Las iglesias se dividieron durante el Gran Cisma de 1054, división que se ha mantenido en una gran variedad de temas, incluida la primacía del pontífice y las acusaciones de la Iglesia ortodoxa rusa de que la Iglesia católica busca conversos en Rusia.
Dichas tensiones han evitado que los pontífices anteriores se reúnan con el patriarca ruso, incluso cuando el Vaticano ha insistido que simplemente atendía a la pequeña comunidad católica en tierras mayoritariamente ortodoxas.
Sin embargo, la persecución de cristianos —tanto católicos como ortodoxos— en el Oriente Medio y África, ha dado como resultado el acercamiento de ambas iglesias.
En noviembre de 2014, Francisco dijo haberle dicho a Kirill, «Iré a donde quieras. Llámame y yo iré». Kirill estará en Cuba en una visita oficial.
El encuentro, que fue anunciado de forma conjunta en el Vaticano y Moscú, marca un gran avance en los antiguos esfuerzos del Vaticano de acabar con las divisiones en la cristiandad.
En dicho anuncio, dijeron que la reunión «marcará una importante fase en las relaciones entre ambas iglesias. La Santa Sede y el Patriarcado de Moscú esperan que también sea una señal de esperanza para toda la gente de buena fe. Invitan a todos los cristianos a orar fervientemente para que Dios bendiga esta reunión, que de buenos frutos».
La ubicación de la reunión es significativa. Desde hace mucho se asumió que un país «neutral» sería seleccionado para el encuentro entre el pontífice y el patriarca, pero siempre se pensó que sería en algún lugar de Europa.
Sin embargo, Francisco tuvo un papel crucial para terminar con las tensiones de la Guerra Fría entre Estados Unidos y Cuba. Que el puesto de avanzada en el Caribe de la entonces Unión Soviética ahora participe para sanar el cisma entre la Iglesia católica y la rusa ortodoxa es una hazaña remarcable de coreografía geopolítica y ecuménica que podría tener el efecto doble de poner bajo el faro al presidente Raúl Castro, dado que él recibirá al papa a su llegada y presidirá la firma de la declaración conjunta. (I)
Por Nicole Winfield