No hay «drama» en las conversaciones sobre la paz en Siria, pero tampoco avances

El principal negociador sirio, Sashar al-Jaafari, segundo a la izquierda, y el enviado especial de Naciones Unidas para Siria, Staffan de Mistura, segundo a la derecha, participan en una ronda de negociaciones entre el gobierno sirio y Naciones Unidas en la sede europea de Naciones Unidas en Ginebra, Suiza, el viernes 18 de marzo de 2016. (Salvatore Di Nolfi/Foto Pool vía AP).

GINEBRA, Suiza (AP) — Mientras las conversaciones de paz iniciaban un receso en Ginebra después de 10 días, el mediador de Naciones Unidas dijo estar animado porque no hubiera «ni drama, ni abandonos». Pero si bien la frágil tregua ha seguido aguantando en el devastado país, no había signos visibles de avances hacia un acuerdo duradero.

El objetivo último para Staffan de Mistura, el enviado de Naciones Unidas, es un plan de transición política en Siria.

Tras los atentados en Bruselas —reclamados por el grupo Estado Islámico, que ha prosperado en el conflicto sirio— De Mistura intentó centrar la atención internacional en el próximo paso, afirmando que para derrotar «al terrorismo, hay que encontrar una solución política en Siria».

Aunque consiguió evitar que las delegaciones del gobierno sirio y la oposición abandonaran las conversaciones indirectas, De Mistura hizo pocos avances hacia lograr que se sienten en la misma mesa o aborden la transición política propuesta por el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, que pondría fin al gobierno del presidente Bashar Assad.

Aun así, el hecho de que las conversaciones no se derrumbaran entre acusaciones cruzadas como la última vez —así como la relativa calma sobre el terreno— subrayó la falta de opciones alternativas para cualquiera de los dos bandos.

Agotados por cinco años de Guerra y sin que ningún lado haya logrado derrotar al otro por la vía militar, las partes enfrentadas parecieron reconocer que no tienen más opción que seguir hablando.

Estados Unidos y Rusia, que respaldan a bandos opuestos en la guerra, trabajan juntos hacia un acuerdo político que ponga fin a una guerra civil en la que han muerto más de 250.000 personas y la mitad de la población se ha visto desplazada.

Las conversaciones se detuvieron temporalmente el jueves y De Mistura fijó el 9 de abril como la «fecha objetivo» para reanudar las reuniones. El jefe de la delegación del gobierno sirio, Bashar Ja’afari, se reunió con el enviado de la ONU el último día pero no dio una rueda de prensa antes de abandonar Ginebra.

La noche anterior, cuando un periodista le preguntó si las conversaciones habían hecho progresos, Ja’afari dijo que ambas partes habían resuelto varios problemas no especificados que existían cuando comenzaron las negociaciones el 14 de marzo.

George Sabra, miembro destacado del opositor Alto Comité de Negociaciones, indicó el jueves que su bando estaba comprometido con continuar el diálogo.

«El progreso en las conversaciones es difícil, pero libraremos esta batalla como hemos peleado en la guerra», dijo a la prensa.

Como en conversaciones anteriores, el principal punto de discrepancia es el futuro del presidente Assad. De Mistura describe la transición política como «la madre de todas las cuestiones». Alentadas por una campaña militar rusa que ha cambiado el curso de la guerra en su favor, las autoridades en Damasco han dicho que cualquier mención a deponer a Assad durante el proceso de transición que pide Naciones Unidas es «una línea roja».

Pero la inesperada retirada este mes de la mayoría de las tropas rusas indicó que Moscú espera que el gobierno de Damasco se tome en serio las conversaciones de paz.

Diplomáticos occidentales creen que el principal logro de las últimas semanas fue el «cese de hostilidades» mediado por Estados Unidos y Rusia, que ha reducido de forma drástica la violencia y suavizado el sufrimiento de millones de sirios que siguen en el país.

Pero como demostraron las conversaciones, aún queda mucho para encontrar una solución más duradera. (I)

Por JAMEY KEATEN, Associated Press. Los periodistas de Associated Press Bassam Hatoum en Ginebra, Zeina Karam y Bassem Mroue en Beirut y Matthew Lee en Moscú contribuyeron a este despacho.

 

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