La teta más conocida de Quito

Todas las esculturas, verdaderas obras de arte, donde se apreciaban diferentes leyendas resaltando el poder de las tetas; una que me llamó la atención fue “dos tetas tiran más que dos carretas”…..y eso es verdad desde el punto de vista de la maternidad y de la lactancia que da vida.

Haciendo referencia a los senos o tetas se han realizado hasta telenovelas como la de “Sin tetas no hay paraíso” y los críticos aplaudieron su estreno y la aceptación de la audiencia.

Traigo a colación estos dos temas que tienen como centro de atracción “las tetas” a propósito de la penalización que se propone en algunos países para las mujeres que amamanten a sus hijos en público o que se dejen ver los senos o tetas mientras los alimentan en sitios fuera de casa; la recomendación, es acaso, que lo hagan en secreto, a escondidas como si fuera algo malo, algo incorrecto, algo pecaminoso como diría la iglesia católica.

Sin embargo, se presenta una gran contradicción con las recomendaciones realizadas por las campañas publicitarias de los organismos mundiales de la salud donde la lactancia materna es importante y debe ser la única fuente de alimento durante los primeros meses de vida del bebé y aquellos afiches donde se presentan imágenes de mujeres amamantando a sus hijos con las tetas al aire como dirían las abuelitas. Y sobre la creación de los bancos de leche para garantizar que los recién nacidos que no pueden ser amamantados puedan recibir este don de la naturaleza. Que alguien nos explique esta contradicción y procedan a retirar de todas las áreas materno – infantiles, este tipo de publicidad.

¿Y ahora, qué hacemos nosotras las mujeres que trabajamos fuera de casa?, dejamos de amamantar a nuestros hijos en público y nos quedamos en casa durante el tiempo de lactancia para no exponer nuestras tetas de manera impúdica o mejor decidimos darles leche en polvo en tetero para no herir susceptibilidades de nuestros nuevos jueces de la moral y las buenas costumbres….. Personas que hoy son autoridad y que no fueron amamantados o fueron huérfanos de cariño. ¿Cómo se puede justificar esta propuesta descabellada?

No quiero pensar en los pobres recién nacidos que no podrán alimentarse natural y libremente en los parques, en los transportes públicos, en los andenes o donde tengan hambre porque pueden herir susceptibilidades. No quiero pensar que se quiere romper ese vínculo maravilloso madre–hijo que se da durante la lactancia, ese diálogo de miradas y de seguridad que recibe él durante este proceso natural de alimentarse y eliminar esa sensación de protección y de amor incondicional.

Hoy, nosotras las madres corremos el peligro de ser apresadas y nuestros bebés tendrán que ser alimentados con leche de fórmula o de tarro. Y si pensamos mal y este es el objetivo comercial no a la leche materna sí a la leche en polvo y en tetero.

Así como están las cosas en nuestro país, el país de Manuelito, donde lo absurdo es lo normal, y con estas autoridades que quieren decidir desde cuando tener relaciones sexuales hasta el lugar donde amamantar a nuestros hijos. No lo dudaría. El ataque a la lactancia en lugares públicos no es sólo moral, sino económica.

Finalmente, ¿qué dicen las mujeres asambleístas o que hacen política? ¿Las que dicen defender los derechos de las mujeres? Lamentablemente no les he escuchado ningún pronunciamiento y eso es grave.

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