Mexicano cuestiona condición humana con pieza teatral «digerida» por público

Obra 'Psico/embutidos, carnicería escénica' de Richard Viqueira en la cuarta edición del Festival Iberoamericano de las Artes Escénicas 'Mirada. Foto: www.uv.mx

Santos (Brasil), (EFE).- Pedazos de carne embutida para ser digeridos por el tiempo, esa es la propuesta de la obra teatral que se presenta por estos días en Brasil y dónde escaleras y toboganes conectan a diversos pisos de poco mas de un metro cuadrado que simulan una experiencia de digestión con los espectadores.

Entre las producciones latinoamericanas de la cuarta edición del Festival Iberoamericano de las Artes Escénicas ‘Mirada’, en la costera ciudad de Santos, se destaca el trabajo del mexicano Richard Viqueira, quien mezcla la puesta en escena con una instalación de arte en la que el visitante es «engullido» por el sistema digestivo.

«Tiene que ver con una visión de lo que es humano, donde los personajes son embutidos: salchichas y mortadelas que hacen evidente la idea de que a veces la condición carnal es mucho más importante que la espiritual», destacó a Efe Viqueira, autor y director de la obra ‘Psico/embutidos, carnicería escénica’.

Para Viqueira, el «dispositivo escénico» busca ser un aparato digestivo en el que están los intestinos, de los cuales el espectador es deglutido, digerido y finalmente defecado al final del espectáculo.

«La idea es trabajar con la idea de carne, de lo comestible, como fundamento principal de una sociedad carnívora«, destacó el mexicano.

El director y autor de la obra apuntó que todos los apetitos sexuales, la idea de finitud de la vida, la vejez y la obesidad están directamente conectadas a la carne, lo que él busca marcar en esta producción que se propone a ser una metáfora a la existencia del ser humano.

«La idea es que el espectador esté en tránsito, me gusta mucho la idea que como compañía el espectador fuera viendo el devenir del tiempo sobre el cuerpo del actor», dijo el mexicano.

Durante la presentación, se hace una interacción con todo el reparto que tiene 19 actores con edades variadas; el recorrido comienza con la actriz más joven de la compañía, de 23 años, y cada «casilla» -o piso del trayecto- va aumentando la edad de ellos actores hasta terminar con una de 85 años.

«Para que el espectador pueda sentir y ver como el cuerpo va cambiando, se va degradando y modificando, se llena de cicatrices y de arrugas donde las expresiones van cambiado de la tersura de la juventud, a la vejez, que puede ver el público en tiempo real», explicó Viqueira.

Luis Mario Moncada, director artístico del espectáculo comentó a Efe que ‘Psico/embutidos, carnicería escénica’ es como un viaje en el tiempo a través de las edades dónde esa estructura vertical la cual se presenta sirve como un «dispositivo para este viaje».

«Es una instalación para 19 actores y cuarenta espectadores que van entrando uno por uno. Hacen el recorrido por toda la estructura y por él van viajando a través del tiempo, ya que ven los mismos personajes con diversas edades, que a lo largo de la experiencia van viendo una vida completa», señaló Moncada.

El contacto directo entre público y actores trae a cada uno una experiencia diferente del espectáculo.

«En esta obra siempre tenemos una sorpresa. Recientemente en Brasil apareció alguien que aparentemente tuvo un pequeño infarto durante la presentación; no sabemos si fue por la dificultad física del recorrido o la dificultad emocional que creo que están muy relacionadas en esta obra», apuntó Viqueira.

El director indicó que una de las reacciones en México, que se convertió en algo común durante algunas presentaciones, fue que el público se desnudó durante la ‘performance’, un fenómeno que ocurrió también en Brasil.

«Cuando llegamos aquí nos comentaron que por motivos religiosos y sociales esto sería impensable. Nos llevamos la sorpresa de que eso está sí pasando aquí. Ayer (jueves) de los cuarenta que vieron la obra, unos cinco o seis se desnudaron completamente», dijo Moncada.

En esta edición del festival, las dos obras mexicanas están alineadas con el tema de la comida, puesto que la otra pieza teatral de ese país, ‘Gastronomiaescénica’, habla de las recetas familiares en situaciones de guerra civil.

«El asunto de la comida en México es importante. Generalmente se habla de que nuestro país que está profundamente polarizado en términos políticos y sociales y solo hay quizá un par de temas que alcanzan un consenso, entre ellos la comida», ponderó Moncada.

El director artístico consideró la gastronomía como un «orgullo nacional», pero resaltó que en su obra la comida es el «paño» de una cuestión más carnal y física del hombre. (I)

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