Quito.- Hay ocasiones en que los eventos más dramáticos, dolorosos y felices de la vida llegan en un mismo momento y nos dejan arrasados. La historia de la protagonista de la película ‘Alba’ (2016), de Ana Cristina Barragán, tiene mucho de eso: el desborde y el crecimiento.
Todo, en la película de Barragán, tiene que ver con la exploración en su propia mirada femenina de la vida. Es decir, esta joven cineasta ecuatoriana nos permite ser partícipes de su catarsis y de su indagación en temas tan vitales en la memoria humana como el primer beso o el instante, a veces triste, en que dejamos de ser niños porque nos enfrentamos a la terrible obligación de crecer y descubrir el mundo.
Alba (Macarena Aguirre) es todo eso y también es mucho más. Su madre está muy enferma y ante la perspectiva cierta de su hospitalización, la niña debe ir a vivir con su padre (Pablo Aguirre), a quién no ve desde hace muchos años y con quién no ha compartido nada. Ese momento coincide con el de su inusitada inclusión en el grupo de las chicas populares de su colegio, quienes la empujan al descubrimiento de los chicos y, por desgracia, al ejercicio del bullying.
No se debe decir más sobre el argumento de esta obra, porque el público deberá descubrirla personalmente, en pantalla gigante. Es posible que esta ópera prima de Ana Cristina Barragán constituya una película inmensa en la historia y tradición del cine ecuatoriano. El tiempo lo dirá. Mientras tanto, los espectadores pueden apreciarla y juzgar por sí mismos en Multicines, Cinemark, Supercines y en el Ochoymedio de La Floresta.
Además, Ana Cristina Barragán y Pablo Aguirre participarán en #LaTertulia próxima, el programa de entrevista culturales de este portal, para hablar de esta fascinante historia, que ya ha cosechado una gran cantidad de premios en festivales internacionales y que representará al Ecuador en los Goya.
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Miguel Molina Díaz