Tras violentos saqueos, Maduro extiende vigencia del billete de cien bolívares

Un grupo de personas protesta en el centro y las inmediaciones del Banco Centra de Venezuela hoy, sábado 17 de diciembre del 2016, en la ciudad de Maracaibo (Venezuela). Decenas de venezolanos protestaron hoy en varios estados del interior del país por fallas en el suministro de dinero en efectivo. EFE/ HUMBERTO MATHEUS

CARACAS, Venezuela (AP) — Tras violentas protestas y saqueos, el presidente Nicolás Maduro prorrogó el sábado la circulación del billete de 100 bolívares hasta el 2 de enero de 2017 debido a un supuesto sabotaje para impedir que ingresara a Venezuela el efectivo con las nuevas denominaciones que lo reemplazaría.

«He decidido prorrogar la vigencia del billete de 100 bolívares… para la comercialización en los establecimientos y la actividad legal dentro del territorio venezolano», anunció Maduro desde el Palacio de Miraflores en alocución televisada.

Según el mandatario, la decisión fue tomada luego de que los tres aviones que iban a transportar el efectivo hasta Venezuela fueran «víctimas de un sabotaje». Maduro no entregó detalles del supuesto perjuicio, pero precisó que la «nueva logística» de transporte impedirá que los billetes lleguen en la cantidad que se esperaba.

La circulación del nuevo papel moneda, que incluye el lanzamiento de la denominación de 500 bolívares, tendrá entonces que esperar, según dijo Maduro.

Precisamente en apoyo a las medidas del gobierno, cientos de venezolanos y miembros del oficialismo marcharon el sábado por las calles de Caracas. Vestidos con camisetas rojas, los manifestantes culparon de la crisis del país a la ultraderecha y a «la guerra económica» que según ellos ha promovido.

Entre el martes y el jueves la banca venezolana realizó un canje masivo de billetes de 100 bolívares por aquellos de menor denominación como parte del proceso de eliminación de este efectivo para evitar que las «mafias» lo acapararan, según afirmó el gobierno.

Esta medida, que redundó en la falta de efectivo, generó la víspera y en las primeras horas del sábado violentas protestas y saqueos en diferentes ciudades, entre ellas Maracaibo en el estado Zulia, lo que provocó la militarización de las calles y el arresto de docenas de personas.

Habitantes como Lucrecia Morales exigieron soluciones al gobierno.

«Nuestros hijos están pasando hambre… somos padres de familia que con el sudor de nuestra frente nos ganamos el dinero», declaró a The Associated Press. «¿Y nos vienen a decir que no sirve? Necesitamos una solución».

En el mismo mensaje, Maduro extendió también hasta el 2 de enero el cierre de las fronteras venezolanas con Colombia y Brasil, que permanecían cerradas temporalmente desde el 12 de diciembre como una manera de contrarrestar el contrabando. Sólo el paso peatonal para la visita de los parientes estará abierto en las zonas limítrofes con ambos países, precisó el presidente.

Pese a este cierre, decenas de venezolanos derribaron el sábado las barricadas instaladas en el puente Francisco de Paula Santander —ubicado entre las ciudades de Ureña, Venezuela, y Cúcuta, Colombia— a fin de buscar alimentos al otro lado de la frontera.

Maduro lamentó «las acciones violentas» que se registraron en la víspera y que dejaron decenas de detenidos. Particularmente se quejó de los hechos en algunas zonas limítrofes con Colombia, entre ellos la quema de una sede del estatal Banco de Venezuela en el poblado fronterizo de Guasdualito, a unos 830 kilómetros al suroeste de Caracas.

El mandatario dijo que, gracias a fotos y videos, ya fueron identificadas las personas que ejecutaron esa «acción destructiva y criminal». Aseguró que en los hechos están vinculados miembros de la opositora Mesa de Unidad Democrática.

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