PALM BEACH, Florida, EE.UU. (AP) — Donald Trump anunció el miércoles a bombo y platillo los planes de un magnate japonés de traer 8.000 puestos de trabajo a Estados Unidos.
Estos podrían ser los primeros de los 50.000 empleos que el multimillonario del sector tecnológico Masayoshi Son se comprometió a crear después de su reunión de este mes con el presidente electo.
Ante la enorme dimensión de la economía, es improbable que esa cifra de próximos nuevos empleos tenga mayores repercusiones.
Sin embargo, es otro ejemplo de cómo Trump impulsa entre los electores la creencia de que trabaja activamente por su bienestar.
Trump hizo su anuncio durante una agitada jornada en la que acusó al presidente Barack Obama de colocar obstáculos «provocadores» durante la transición del poder y señaló que el gobierno saliente ha tratado a Israel con «total desdén».
Son es fundador y director general de SoftBank, uno de los grupos tecnológicos más grandes de Japón. Es dueño de la empresa de telefonía celular estadounidense Sprint, que Trump dijo el miércoles podría traer de vuelta 5.000 empleos a Estados Unidos. Son también controla OneWeb, que según Trump, podría contratar 3.000 trabajadores.
Se desconoce si el presidente electo se refirió al compromiso que Son anunció el 6 de diciembre de invertir 50.000 millones de dólares en Estados Unidos y crear 50.000 empleos.
Trump dijo que los 8.000 empleos nuevos «se deben a los acontecimientos, al ánimo y a la esperanza».
Sin embargo, el mercado laboral de Estados Unidos ha tenido solidez gran parte de 2016. Los empleadores crearon más de 2,2 millones de puestos de trabajo en los últimos 12 meses, un indicio de la salud económica que antecede a la victoria presidencial de Trump.
Sprint afronta dificultades desde que SoftBank la adquirió en 2013. La empresa de telefonía celular recortó unos 9.000 puestos de trabajo de 2012 a 2016, por lo que redujo su personal a 30.000 empleados, según informes anuales.
Los intentos de Sprint de fusionarse con su rival T-Mobile fracasaron en 2014 debido a las objeciones de las autoridades competentes para que lo hicieran dos de las cuatro mayores compañías de telefonía móvil en Estados Unidos.
Los analistas afirman que el gobierno de Trump podría ser más proclive a autorizar fusiones en telefonía celular, incluido un acuerdo entre Sprint y T-Mobile.
El director general de Sprint, Marcelo Claure, dijo en un comunicado que la compañía está «emocionada» de trabajar con Trump.
«Creemos que es crucial para las empresas y el gobierno trabajar juntos para crear más oportunidades de empleo en Estados Unidos y garantizar la prosperidad de todos los estadounidenses», afirmó Claure.
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Boak informó desde Washington. Los periodistas de The Associated Press, Cal Woodward, en Washington; Josh Lederman, en Honolulu, y Julie Pace, en Buffalo, Nueva York, contribuyeron a este despacho.