Empresas chinas aspiran a convertir el país en el primer inversor del mundo

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Davos (Suiza), 17 ene (EFE).- Las empresas chinas de todos los sectores -financiero, de materias primas o manufactureras- aspiran a convertir al país asiático en el primer inversor del mundo, afirmaron hoy los responsables de algunas de las mayores compañías de China en el Foro Económico Mundial de Davos.


Después de que el presidente de China, Xi Jinping, interviniera en el foro, varias mesas redondas y debates se centraron en el papel que desempeña y desempeñará en el futuro el gigante asiático.

No se puede seguir incluyendo a la segunda economía del mundo entre los mercados emergentes, ya que constituye por sí sola un mercado emergente, como indicó el presidente del grupo inversor indio Abraaj Group, Arif Naqvi.

Así lo reconoció también la secretaria ejecutiva de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), Alicia Bárcena, quien admitió que las inversiones chinas en la zona son «gigantescas», pero excesivamente focalizadas hasta ahora en las materias primas, lo que, en su opinión, debe cambiar.

Sería bueno que los inversores chinos diversificaran sus intereses, consideró Bárcena, quien cree que las relaciones deben basarse en el comercio, la financiación y también la confianza.

Es cierto, reconoció, que Cepal está construyendo una «sólida relación con China» en términos de mayor igualdad.

El presidente de China Electronic Corporation, Liu Liehong, aseguró que este deseo es ya una realidad, pues su empresa cuenta con cuatro fábricas fuera de China, en Latinoamérica y en África, y espera ampliar en un futuro esta política.

China Electronic invierte en Ecuador y en otros países, con la perspectiva de que se «ayuda» al desarrollo local y, así, en Brasil o Argentina se trabaja directamente a través de filiales.

En ambos países cuentan ya con varias fábricas, que funcionan «relativamente bien», y en otros tienen en marcha proyectos de inversión que rehusó desvelar.

Bárcena quiso poner el acento en el trabajo, ya que China asegura que «creará diez millones de empleos en el continente», extremo que resulta difícil de creer.

Lo cierto es que China desempeña ahora un doble papel como líder de los llamados países emergentes y como aspirante a encabezar la economía mundial no sólo convirtiéndose en el principal inversor en el extranjero, señalaron varios ponentes.

Por mucho que las economías emergentes vayan a sufrir con las inminentes subidas de tipos de interés en Estados Unidos, pues se trata de países fuertemente endeudados en dólares, según explicó la profesora de la Universidad de Harvard Carmen Reinhart, China constituye un caso aparte.

La clave, a juicio del investigador del Instituto Global de Finanzas de China Liu Mingkang, radica en el ritmo al que la Reserva Federal (Fed) suba los tipos de interés, dado que la economía estadounidense ha arrancado el año «con fuerza».

Se mostró convencido de que las perspectivas para la economía china «son mejores este año de lo que eran en 2016» porque lo relevante no es si crecerá «al 6 % o al 7 %», sino que sea un «crecimiento de calidad».

Ese es el objetivo, la calidad del crecimiento, en un país que alberga una cuarta parte de la población mundial y que, manifestó, se encuentra muy endeudado.

Pero, resaltó Liu, China «lleva ya 30 años de reformas, como ha explicado hoy el presidente Xinping en Davos» y nadie puede poner en duda sus frutos. EFE

(I)

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