Fuerzas especiales rusas participaron en la liberación de Palmira

Fuerzas especiales rusas participaron en la operación de liberación de yihadistas de la histórica ciudad siria de Palmira, que además fue realizada bajo la dirección de asesores militares rusos, según informó hoy el Estado Mayor de Rusia.

«Un papel decisivo en la destrucción de los grupos del Estado Islámico en la zona de Palmira lo tuvieron la aviación rusa y las Fuerzas de Operaciones Especiales», dijo el general Serguéi Rudskói en rueda de prensa.

Moscú nunca ha reconocido la presencia de tropas de tierra combatiendo en el país árabe, con la excepción de asesores y militares desplegados sobre el terreno para la corrección de tiro.

Precisó que, además de aviones, Rusia empleó helicópteros de asalto Ka-52, pero estos se abstuvieron de atacar la ciudadela grecorromana, patrimonio universal de la UNESCO.

Rudskói subrayó además que «la operación fue planificada y realizada bajo el mando de asesores militares rusos», aunque no restó méritos a las fuerzas gubernamentales sirias.

Destacó que la liberación de Palmira fue posible gracias a la coordinación entre Moscú y Damasco, pese a que los yihadistas recibieron refuerzos de Al Raqa y la localidad iraquí Mosul.

El general ruso dijo que las fuerzas gubernamentales se han hecho con el control de las colinas colindantes con la ciudadela grecorromana y siguen su ofensiva hacia el este del país.

«A día de hoy, la ciudad está liberada por completo», subrayó.

Rudskói estimó en más de un millar el número de yihadistas abatidos, además de más de un centenar de tanques y blindados y 200 automóviles equipados con armamento.

El ministro de Defensa, Serguéi Shoigú, informó ayer al presidente ruso, Vladímir Putin, de la liberación de Palmira, que algunos en Rusia habían llamado «una cuestión de honor».

El Estado Islámico conquistó Palmira en mayo de 2015 y fue expulsado ocho meses después por los soldados sirios con ayuda rusa, pero volvió a recuperar el control de la ciudad y sus famosas ruinas en diciembre pasado.

En estos tres meses de control de la ciudad los yihadistas volaron por los aires el proscenio -parte del escenario- y causaron graves daños al Tetrapilón, construido en el año 270 de nuestra era, y a la fachada del teatro romano.

Anteriormente, los terroristas ya habían dinamitado los templos de Bel y de Bal Shamín, así como el Arco del Triunfo, y destruido varias estatuas del museo de la ciudad, acciones que fueron catalogadas de «crímenes de guerra» por la UNESCO.

El Kremlin organizó en mayo de 2016 un concierto en el anfiteatro de Palmira, que incluyó una intervención por vídeoconferencia de Putin, quien certificó entonces la liberación de la ciudad antigua ante invitados sirios y soldados rusos. EFE

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