El atentado contra el metro de San Petersburgo, en el que murieron el lunes 14 personas, es un desafío para el pueblo ruso y para el presidente, Vladímir Putin, aseguró Dmitri Peskov, portavoz del Kremlin.
«Cada acto terrorista que ocurre en el país es un desafío para cada ruso, incluido el jefe del Estado», dijo Peskov a medios locales.
Peskov admitió que el hecho de que el atentado ocurriera en el momento en que en la ciudad se encontraba el presidente ruso «da que pensar» y es algo que debe ser analizado detenidamente por los servicios secretos.
Y subrayó que, sea como sea, las autoridades rusas seguirán reforzando la lucha contra el terrorismo en todas sus manifestaciones y recordó la «muy firme postura» del jefe del Kremlin en la lucha contra esa lacra.
«Todos saben que, lamentablemente, ningún país en el mundo es inmune al terrorismo. Pero eso no significa en absoluto que alguien vaya a debilitar la lucha contra ese monstruoso mal», dijo.
Recordó que «Rusia, al igual que otros países, se encuentra en la primera línea de la lucha contra el terrorismo internacional» y que «ningún país en el mundo ha podido hasta ahora en solitario derrotar al terrorismo».
Por ello, no descartó solicitar la cooperación de otros países para esclarecer el atentado después de que varios de ellos, incluido Ucrania, ofreciera su colaboración.
El portavoz del Kremlin destacó que el presidente de EEUU, Donald Trump, llamó anoche por teléfono a Putin para ofrecer sus condolencias y manifestar su solidaridad con el pueblo ruso.
Además, aseguró que sigue barajándose la posibilidad de que el atentado fuera cometido por un terrorista suicida, como ocurriera en los perpetrados en 2010 en el metro de Moscú, donde murieron 34 personas.
Los servicios secretos de Kirguistán informaron hoy de que todo apunta a que un ciudadano oriundo de esa república centroasiática podría ser el autor del atentado.
El sospechoso ha sido identificado como Akbarzhon Dzhalilov, que nació en Kirguistán en 1995, pero recibió posteriormente la ciudadanía rusa.
Precisamente, este asunto fue abordado hoy en Moscú por el ministro de Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, y su colega kirguís, Erlan Abdildáev, quien condenó firmemente el atentado terrorista.
Con todo, Abdildáev consideró prematuro asegurar que dicho terrorista era miembro del Estado Islámico, a lo que Lavrov añadió que es «cínico» calificar el atentado de «venganza» por la intervención rusa en Siria.
«El terrorismo es un crimen contra toda la humanidad y contra todas las religiones», dijo el ministro ruso, quien llamó a aunar fuerzas contra el terrorismo internacional y dejar de utilizar a grupos terroristas para lograr réditos políticos.
El ministerio de Sanidad de Rusia elevó hoy a 14 el número de muertos en el atentado, en el que más de medio centenar de personas resultaron también heridas.
En prevención de nuevos atentados, las autoridades han reforzado las medidas de seguridad en toda la ciudad, al igual que en la capital del país, sea en los nudos de transporte o en edificios públicos, como en plazas, escuelas o guarderías.EFE