El Gobierno ecuatoriano, presidido por Rafael Correa, desarrollará mañana una reunión para coordinar la transición del poder, prevista para el próximo 24 de mayo, al gobernante electo, el oficialista Lenín Moreno.
La Secretaría Nacional de Comunicación (Secom) informó hoy de que la reunión se desarrollará en el palacio presidencial de Carondelet, en el centro histórico de Quito, desde las 10.00 hora local (15.00 GMT).
Según la agencia pública Andes, en la reunión participarán Correa y Moreno, «con lo que se marca la hoja de ruta del traspaso de mando, en un hecho inédito en la historia del Ecuador, entre jefes de Estado de la misma organización política».
La secretaria nacional de Panificación y Desarrollo, Sandra Naranjo, informó a Andes que en el encuentro de mañana se definirá cuántas reuniones más serán necesarias y que se prevé «un trabajo intenso» hasta el 24 de mayo, fecha en que Correa entregará el poder a Moreno en una ceremonia en la Asamblea Nacional.
«Seguramente serán varias por la dinámica de la información, por todo lo complejo de los sistemas y seguramente estará en función de los equipos técnicos de cada uno de los ministerios para poder entregar todo de la mejor manera», dijo.
En la cita de mañana, indicó Naranjo, se expondrán resúmenes de los tres libros preparados por un equipo designado por Correa, que contiene todos los datos referidos a programas, inversiones, finanzas, protocolos y nombramientos, entre otros detalles.
«La idea es darles un panorama general para que ellos también identifiquen aquellas cosas que les interesan más, a las que quieren dar prioridad, donde quisieran profundizar más, y en función de eso seguramente organizarán los equipos», comentó.
Apuntó que el objetivo es que el nuevo Gobierno empiece a funcionar desde el primer día.
En los libros citados por Naranjo, se ha consolidado toda la información de 135 entidades que forman parte de la Función Ejecutiva, anotó Andes.
Tras negar varias impugnaciones e incluso el recuento de más de 1,2 millones de votos, el Consejo Nacional Electoral (CNE) señaló la semana pasada que Moreno recibió el apoyo de 5.062.018 votantes y su opositor Guillermo Lasso, 4.833.389 sufragios, en tanto que 69.436 votaron en blanco y 670.731 anularon.
El Consejo Nacional Electoral está controlado íntegramente por el partido de gobierno.
El recuento de la semana anterior sobre 3.865 actas que presentaban supuestas irregularidades y solicitado tanto por AP (de izquierda) como por el movimiento opositor Creando Oportunidades (CREO, centroderecha) aumentó a 51,16 % los votantes que eligieron a Moreno frente al 48,84 % que escogió a Lasso.
El movimiento CREO ha mostrado su disconformidad con el proceso pues pedía el recuento de todos los votos del balotaje del 2 de abril, al que llegaron Moreno y Lasso por haber sido los más votados de entre ocho candidatos en las elecciones del 19 de febrero. Lasso no reconoce el triunfo de Moreno y dice que su designación es producto de un fraude.
Ese día, Correa aseguró que la mesa está tendida para el Gobierno que asuma las riendas de la nación, enfatizando que es una responsabilidad histórica.
«Independientemente del signo del próximo gobierno, le vamos a dejar la mesa tendida, todo preparado para que pueda continuar inmediatamente con la acción de gobierno», señaló entonces Correa.
Agregó que entregará una «economía recuperada, estabilizada» y que el país «ha mostrado unas capacidades ni siquiera imaginables antes de la Revolución Ciudadana (como se denomina el proyecto político que lidera). Nos ha pasado de todo estos dos últimos años, incluidos desastres naturales gravísimos».
Recordó haber perdido «litigios por mil cien millones de dólares, esos durísimos golpes, 40 % desplome de las exportaciones, apreciación del dólar. Al final, la economía muestra una clara recuperación, el país es otro, el país ha cambiado».EFE