Aumenta el hambre en Mosul

Fotografía del martes 2 de mayo de 2017 de varios residentes de Mosul tratando de recibir galletas recién horneadas en un punto de distribución de alimentos en el oeste de Mosul, Irak. (AP Foto/Bram Janssen, Archivo)

MOSUL, Irak (AP) — Los suministros de alimentos están bajando peligrosamente para los civiles iraquíes atrapados dentro de las zonas de la ciudad de Mosul bajo control del grupo Estado Islámico, donde las fuerzas gubernamentales avanzan lentamente.

Se estima que la mayoría de esos residentes viven en la zona de la ciudad vieja, donde se prevén las batallas finales de la operación del gobierno para recuperar la ciudad.

Aliyah Hussein y los 25 familiares que se refugian con ella en el barrio de Mahatta, en el occidente de Mosul, sobreviven recogiendo verduras silvestres que crecen en un parque cerca de su casa. Hussein mezcla las verduras con pequeñas cantidades de arroz y pasta de tomate para hacer una sopa aguada que a menudo es la única comida del día para su familia.

Su primo Zuhair Abdul Karim dijo recientemente que incluso con esas plantas, la comida se está acabando.

«Juro por Dios que estamos hambrientos. (El grupo Estado Islámico) nos hizo tener hambre. No nos dejaron nada, nos robaron la comida», dijo Hussein. Su casa se encuentra a unos pocos cientos de metros de la línea de frente en la batalla por el occidente de Mosul.

Las fuerzas iraquíes están avanzando lentamente en la lucha contra ISIS en la ciudad, recuperando territorio casa por casa y cuadra por cuadra. Familias como la de Hussein son inalcanzables para la mayoría de los grupos humanitarios debido a las preocupaciones de seguridad.

El vecindario de Hussein ya se considera liberado, pero sigue siendo demasiado peligroso para la mayoría de los grupos humanitarios. Hussein dijo que la semana pasada solamente recibió una caja que contenía arroz, aceite y pasta de tomate, apenas lo suficiente para alimentar a toda su familia un solo día.

«Las mujeres no comen, solo los niños y los hombres han comido», dijo Abdul Karim. «No sabemos si vamos a cenar», dijo, «tal vez sí o tal vez no».

Algunas familias caminan varios kilómetros para llegar a los mercados que han surgido en barrios que han estado bajo control militar iraquí durante más tiempo, pero los precios son altos. La mayoría de las familias ya agotaron sus ahorros y el trabajo es prácticamente inexistente en Mosul, una ciudad destrozada por la guerra.

«Las organizaciones humanitarias necesitan darse cuenta de que hay una enorme brecha entre las personas que están en la zona de seguridad y las personas que están atrapadas en la tierra de nadie, entre las áreas controladas por Iraq y las áreas controladas por Daesh», dijo Alto Labetubun, un miembro de la organización Norwegian People Aid, uno de los pocos grupos que operan en barrios cercanos a la línea de frente. Daesh es el acrónimo en árabe del grupo Estado islámico. (I)

The Associated Press

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