Correa cree que Glas es un «estorbo» en el Gobierno de Moreno

El entonces vicepresidente Jorge Glas, el presidente Rafael Correa y el entonces candidato del gobierno, Lenín Morreno, en una foto de julio de 2017. Presidencia de la República.

El expresidente ecuatoriano Rafael Correa opinó que la orden de prisión contra el vicepresidente, Jorge Glas, responde a una persecución política del Gobierno del actual mandatario, Lenín Moreno, quien al parecer le considera un «estorbo» para sus plane

«Ahí está todo el problema», pues la estrategia era de «apoderarse de la Vicepresidencia», ya que Glas podría representar un «estorbo para los planes» del actual Gobierno, opinó Correa en una entrevista con la cadena internacional de televisión CNN.

Glas, vicepresidente con Correa y Moreno, guarda prisión preventiva desde este lunes, con fines de investigación, en una cárcel de Quito por el caso de supuesta asociación ilícita que indaga la Fiscalía en torno a la trama de sobornos de la constructora brasileña Odebrecht.

Correa, afín a Glas y enfrentado con Moreno, al que considera un «traidor», insinuó incluso que funcionarios de la Fiscalía podrían estar bajo una gran presión y, eventualmente, bajo extorsión para actuar contra el Vicepresidente.

Para el exmandatario, lo de Jorge Glas es «una vulgar persecución política», pues no se han presentado pruebas concretas sobre su presunta vinculación con la trama de corrupción.

Desde que abandonó el país en mayo pasado, tras entregar el mando a su correligionario Moreno, Correa ha mantenido un fuerte pulso verbal con su sucesor, que durante la década en que gobernó Ecuador (2207-2017) fue su Vicepresidente en los primeros seis años y en los siguientes cuatro delegado de su Gobierno para Discapacidades de Naciones Unidas.

La actitud de Moreno es una «puñalada por la espalda» de una persona que le engañó por toda una década, añadió Correa que dijo aceptar su supuesto error de ingenuidad.

Lamentó el hecho de haber llegado a ser el «principal opositor» de Moreno, quien ha convocado a una consulta popular, que costará unos 60 millones de dólares, con el supuesto objetivo principal de impedir que Correa se vuelva a postular.

No obstante, el exmandatario no descartó la posibilidad de sentarse a conversar con Moreno: «Yo, por mi Patria, me sentaría (a dialogar) con el mismo diablo», agregó. EFE

Más relacionadas