La canciller de Ecuador, María Fernanda Espinosa, afirmó este miércoles que tanto su país como Colombia están haciendo “lo que corresponde” en la frontera común, donde se han registrado actos terroristas por parte de grupos armados con saldo de al menos siete ecuatorianos muertos en lo que va de año y en la actualidad permanece en cautiverio una pareja de civiles.
“Hay que reconocer: Colombia ha respondido, está haciendo lo que corresponde; el lado ecuatoriano está haciendo lo que corresponde”, afirmó en entrevista con el canal multinacional Telesur desde su sede en Quito.
La jefa de la diplomacia apuntó que la Cancillería desde su rol puede tener una posición de “coordinación y armonía” con Colombia, pero a la vez de “fuerte exigencia y demanda” para que el país vecino cumpla con sus compromisos adquiridos en los encuentros binacionales y en las últimas reuniones, y mencionó su encuentro en Lima, Perú, con el presidente Juan Manuel Santos.
El gobierno de Ecuador, en particular su presidente Lenín Moreno, había solicitado a su par colombiano encabezado por Juan Manuel Santos, una mayor presencia en la frontera común, donde estarían operando narcoguerrillas, una de las cuales estaría liderada por Walter Patricio Arízala Vernaza, alias Guacho, identificado como un ecuatoriano disidente de la guerrilla de las FARC.
Tras los últimos acontecimientos, ambos gobiernos reforzaron su presencia en la frontera común y activaron el mecanismo 3+2 de la Comisión Binacional de Frontera (Combifron), que ha tenido reuniones en Tulcán y en Esmeraldas recientemente, con la adopción de acuerdos para la cooperación en temas de inteligencia.
La titular dijo que este es tema muy complejo que deviene de 50 años de conflicto interno en Colombia y apuntó que no es un secreto para nadie “el esfuerzo gigantesco que ha tenido que hacer el Ecuador para mantener el conflicto colombiano en el territorio colombiano”.
Indicó que en estas décadas, su país ha padecido los efectos adversos del conflicto armado y al momento viven en Ecuador más de 60.000 refugiados reconocidos y existen 235 mil solicitudes de refugio de desplazados que huyen de la violencia y se refugian, por lo que esta nación ha debido establecer una “estrategia de emergencia” en materia de movilidad humana ante estos flujos migratorios inusuales siendo un “pararrayos del conflicto colombiano”.
Alegó que el escenario después de la firma de la paz entre las FARC y el gobierno de Santos cambia y los órganos de la seguridad en el Ecuador sabían cómo funcionaban los frentes de esa guerrrilla y cómo se movían, y estaban preparados para hacerle frente a ese tema, aunque siempre el Ecuador exigiendo la corresponsabilidad de Colombia.
“Es un escenario postconflicto, donde hay grupos disidentes de las FARC, que no plegaron al proceso de paz y que se articularon a redes de delincuencia organizada transnacional, conectadas con el narcotráfico”, explicó en el programa ‘Enclave política’, conducido por Santiago Pérez.
Señaló que hay que adaptarse a las nuevas circunstancias para Ecuador, que ha causado violencia, pero que a lo que el país ha respondido con “con todo vigor y toda fuerza”.
“Obviamente la respuesta ecuatoriana tiene que estar necesariamente que estar acompañada por una respuesta y una corresponsabilidad del lado colombiano”, acotó.
Dijo, además, que Colombia “ha tomado en serio” la situación, porque está viendo lo que está ocurriendo en dos cantones de la provincia de Esmeraldas y añadió que hay que “que juntar fuerzas” con una coordinación, mecanismos y protocolos conjuntos.
Respecto a la decisión del gobierno del presidente Moreno de no continuar como anfitrión y garante del diálogo entre Ejército de Liberación Nacional (ELN) y el gobierno de Santos, señaló que en estos momentos que vive Ecuador “no tenemos las condiciones de seguir albergando ese proceso de paz”.
“Evidentemente que al Ecuador le interesa, quizás es el país al que más le interesa una paz verdadera, definitiva y completa en Colombia”, remarcó, y dijo que ello beneficiaría no solo a su país y a Colombia sino a la región entera.
En otros temas, ratificó la importancia que concede su país al proceso integracionista de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) por los “resultados concretos” en beneficio de los habitantes de la región, aunque reconoció que han existido problemas administrativos y que es preciso definir una cabeza para este bloque de 12 países.