La destitución de Rousseff llega a España con el documental «El proceso»

Dilma Rousseff

Madrid,  (EFE).- La realizadora Maria Augusta Ramos presenta en el Festival DocumentaMadrid la obra «El proceso», una cinta de suspense político que narra la destitución de la expresidenta de Brasil Dilma Rousseff, un hecho histórico que significó un vuelco político en el gigante latinoamericano.

El Senado brasileño la destituyó en 2016 debido a irregularidades en las cuentas públicas, aunque Rousseff lo atribuye a un «golpe parlamentario mediático».

«Yo me sentía muy angustiada con todo lo que estaba ocurriendo en Brasil y quería entender todas las acusaciones contra la presidenta, entender mejor todo lo que estaba pasando y cuál era la base de ese proceso», explica Ramos (Brasilia, 1964) en una entrevista con Efe.

A inicios de 2016, la realizadora pidió permiso al Senado de Brasil y a diversos partidos para grabar varias de las reuniones de antes, durante y después del proceso de destitución, que duró varios meses y concluyó con la salida de Rousseff del poder, sustituida por el actual presidente, Michel Temer.

«Yo hago películas sobre temas que me inspiran o me estimulan y sentía que lo que estaba ocurriendo en mi país tenía una importancia histórica», afirma Ramos.

Ramos no es ajena a los procedimientos judiciales en Brasil, pues «El proceso» completa una trilogía que comenzó con «Justicia» (2004), que retrata la rutina de los tribunales brasileños, y siguió con «Juízo» (2008), que sigue la trayectoria de un grupo de menores de edad enfrentados a la ley.

«Muchos de los jueces, profesores de Derecho y demás operadores jurídicos conocían y respetaban mi trabajo», explica Ramos.

Cuando propuso a los senadores del grupo contrario a la destitución realizar la película, se mostraron «muy generosos» y «no le pusieron dificultades».

Ramos llegó a filmar hasta 12 horas seguidas las salas de los tribunales, que en el documental se convierten en el escenario de la tensión política, alternada con los descansos en los pasillos, las reuniones privadas del Partido de los Trabajadores (PT), al que pertenecer Rousseff, y la enorme cobertura mediática.

Mientras, en los exteriores de la Plaza de los Tres Poderes de Brasilia miles de manifestantes coreaban a favor o en contra de Rousseff.

«Los grandes medios divulgaron únicamente la narrativa a favor de la destitución» explica la directora, quien agrega que se produjo «una laguna informativa» en la que «una mentira se repetía mil veces hasta que se convertía en verdad», según Ramos.

Por ello, es «muy importante» dar a conocer los detalles de un proceso que «ni los brasileños ni el resto del mundo» conocen bien y que sucedió debido a «varios elementos» que ella trata de sintetizar en su documental.

La realizadora opina que la política es todavía «un ambiente masculino». A pesar de que el proceso no fue motivado porque Rousseff es mujer, sí que hubo un elemento de «misoginia», según cree.

EFE

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