Ecuador maravilloso

Un viaje que recorre los paisajes costeños, mientras se puede contemplar la variedad de agrícola de la zona. Siempre con una cordillera al fondo.

Salimos el sábado por la tarde y nos quedamos a dormir con un clima magnífico, arrullados por el rumor del río y las cascadas.

La visita al mercado dominical fue una parada obligatoria. Una forma de constatar las diferencias de precios entre las zonas rurales y urbanas. Compramos alimentos de primera calidad con un gran ahorro. Los informales pueden ofrecer mejores precios que los formales. Ser formal incrementa sustancialmente los costos. Una oportunidad de mejora que implica un reto para las autoridades nacionales.

Olón conlleva tres horas de viaje desde Guayaquil. Una de las playas naturales más extensas que he visto en mi vida. Creo que Playas tiene una más grande. Ambas ofrecen todo tipo de posibilidades para hacer deportes y disfrutar. Exquisitos ceviches que venden en moto y comida en los respectivos pueblos.

Galápagos: uno de los mejores lugares de buceo del mundo.

El oriente: una de las zonas de mayor biodiversidad del planeta.

Son varios ejemplos. Cada ecuatoriano tiene el refugio nacional de preferencia, según los recursos monetarios disponibles.

Ya en la ciudad, miro a través de mi ventana y veo un verdor natural mientras escribo este artículo. Que no es superior, porque por alguna razón, nos hemos empeñado en desaprovechar nuestra abundante naturaleza a cambio de más cemento.

Cuatro regiones con diferentes productos, culturas, flora y fauna. Se puede recorrer en una semana. Con bellos panoramas. Todavía no encuentro un país que nos gane en ese sentido.

Uno cruza al Perú desde el Ecuador e inmediatamente llega al desierto.

Tenemos todo para ser potencia mundial. Si no me cree, analice el caso de Israel. Un país sin recursos naturales, desértico, trece veces más pequeño que el Ecuador, pero que triplica nuestro PIB per cápita.

El Estado ecuatoriano ha decidido extraer los recursos de la sociedad civil para compensar la negligente administración pública y su ligereza para controlar la corrupción. Desmejorando el poder adquisitivo vía diferentes impuestos y por ende, nuestra calidad de vida. Es hora de exigirles a ciertos burócratas que cumplan con su corresponsabilidad en el camino a la prosperidad nacional, porque la sociedad civil sí viene cumpliendo.

El inconveniente de nuestro país no es histórico, cultural, racial, climático ni de falta de recursos naturales. Tiene relación al fracaso de un modelo económico que no ha funcionado en ningún lugar del mundo en el que se ha aplicado.

Las naciones en las que sus ciudadanos trabajan menos y son más productivos viven en un esquema de libre comercio y respeto a la seguridad jurídica. Es decir, se protegen los derechos

individuales de las personas. Así nos quedaría más tiempo para recorrer este maravilloso país con dinero en los bolsillos, creando un círculo virtuoso.

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