Moreno y su «último as» para para lograr la estabilidad económica

Richard Martínez Alvarado.

El presidente ecuatoriano, Lenín Moreno, ha nombrado a su tercer ministro del área económica en menos de un año, en medio de la puesta en marcha de un plan de reajuste fiscal, cargo que ha sido recibido con esperanza por la banca y la patronal y con cautela por inversionistas y organismos internacionales.

El lunes nombraba al economista y dirigente de los empresarios Richard Martínez, de 37 años, como nuevo responsable de Economía y Finanzas, el tercer titular de la cartera desde que llegó al poder el 24 de mayo de 2017, y el primero confirmado que engrosará el gabinete en el segundo año de Gobierno, después de que Moreno solicitara la semana pasada la renuncia de todos sus ministros.

Presidente del Comité Empresarial Ecuatoriano (CEE), Martínez reemplaza a María Elsa Viteri, que entró en funciones el 6 de marzo, y que a su vez sustituyó a Carlos de la Torre, que se desempeñó en el cargo desde el inicio de la administración de Moreno.

Aunque no se han hecho públicas las razones del cese de Viteri, el martes se conoció que la Contraloría determinó su «inhabilidad para ejercer cargos públicos» por un caso de mora relacionada con una deuda hipotecaria con la Corporación Financiera Nacional.

La designación de Viteri, conocida por los organismos internacionales por elevar el riesgo país tras anunciar en 2008 una moratoria de la deuda, había sido criticada por algunos sectores que temían una ralentización mayor de la economía, con un déficit fiscal del 5,64 % del PIB previsto para este año.

«Su cese se debe a que todavía no había planteado un programa económico y el riesgo país en estos dos meses subió más de 200 puntos», consideró a Efe Fidel Márquez, rector de la Universidad Tecnológica Ecotec, de Guayaquil, y doctor en Ciencias Económicas.

En opinión del experto, una de las fallas de los lineamientos económicos es que «hasta ahora no hay un techo de gasto para el endeudamiento y habría que plantear alternativas».

Cree que el país sufre una crisis de liquidez y la única vía para salir de ella es impulsando el sector privado.

Martínez fue representante de los empresarios en la mesa de diálogo con el Gobierno de Moreno, circunstancia que el analista cree favorable para poder alcanzar un pacto para generar mayor inversión y cumplir con el propósito de crear nuevos empleos.

«Con este nombramiento veo la posibilidad que tiene Moreno de ser pragmático y de romper el compás de espera que tienen los empresarios que no invierten, así como en el exterior, donde están esperando a ver la tendencia y el programa que propone», sostiene.

Julio José Prado, presidente ejecutivo de la Asociación de Bancos Privados del Ecuador (Asobanca), explicó a un medio local que el mercado externo ha reaccionado bien y cree que el nuevo ministro reducirá el riesgo país y facilitará un mayor acceso al crédito.

Martínez toma hoy posesión del cargo aunque ya analizaba esta semana con la presidenta de la Asamblea Nacional (Parlamento), Elizabeth Cabezas, los detalles del plan económico, someramente anunciado por su antecesora pero al que podría introducir cambios.

Con un postgrado en Economía Internacional en España, el flamante ministro es un dirigente gremial, precisamente conocido por sus críticas a las políticas económicas de Alianza País -el partido gobernante-, y es tachado por algunos sectores como derechista, por lo que se espera que su inclusión en el Ejecutivo lo lleve a ejercer un mayor pragmatismo en lo económico.

Como metas establecidas por el presidente, figuran reducir la deuda pública, relanzar la productividad del país, así como un ajuste de cinturón en el sector público que incluye la eliminación de tres ministerios y de un millar de empleos.

Mauricio Pozo, presidente ejecutivo y fundador de la consultora Multienlace Ecuador y asesor académico de la Universidad Internacional SEK, vaticina que Martínez revisará el programa económico planteado, entre cuyos objetivos debería contar con el amparo internacional de organismos como el Banco Mundial o el FMI.

«El acuerdo internacional es fundamental, pero también la eliminación de los impuestos a las importaciones de manera inmediata, un cronograma para lograr mayor dinamismo en la salida de divisas y que el ajuste presupuestario de forma gradual tenga mayor intensidad con un esfuerzo adicional del Estado», contempló.

También cree conveniente una revisión integral del tema de aranceles a determinados productos, así como acelerar un acuerdo comercial con EE.UU. y Asia. EFE

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