Ecuador ha pasado en un año «de la mordaza al diálogo», dice Michelena

QUITO-ECUADOR (21/05/2018). El Secretario de Comunicación Andrés Michelena Entrega el proyecto de reformas de la Ley Orgánica de Comunicación propuesto por el Gobierno, ante la Asamblea Nacional. FOTO API/CRISTINA VEGA.

Ecuador ha pasado en un año de ser un país amordazado a uno de diálogo, «de la dictadura a la democracia», asegura su secretario nacional de Comunicación, Andrés Michelena, al analizar el primer año de gestión del presidente Lenín Moreno.

«Ha sido nuevos vientos durante un año. De un cambio importantísimo», dijo el más estrecho colaborador de Moreno y hombre fuerte de un régimen que ha puesto fin a años de tensiones en la sociedad ecuatoriana durante la presidencia de Rafael Correa.

Michelena, de 42 años y que acompaña a Moreno desde su época como vicepresidente (2007-13) asegura que su país ha pasado «de la mordaza al diálogo, de la corrupción a la transparencia, del abuso a la decencia».

«Y con la reforma a la Ley de comunicación que envía el presidente (a la Asamblea), pasamos de la dictadura a la democracia», subraya sobre este primer año de gestión.

Se refería al nuevo talante de gobierno instaurado por un presidente que salía de las filas del correísmo y que fue elegido en representación del movimiento Alianza País, que consolidó Correa en 2006 al reunir bajo un mismo techo a la izquierda ecuatoriana.

Pero Moreno, que llegó al cargo tras ganar al conservador Guillermo Lasso, se desvinculó pronto del carismático y no menos polémico exmandatario, con quien desde hace meses mantiene una fuerte puja política y personal.

Preguntado por Efe, Michelena insiste en que, después de la fractura generada por el correísmo, el «logro fundamental» de Moreno ha sido el «diálogo».

«Dialogar, ser transparentes y ser libres, son tres logros importantes, porque (Ecuador) es hoy un país (..) dónde no hay una imposición de criterios, sino un diálogo incluyente».

Una afirmación que reconocen hasta sus rivales políticos, aquellos que durante la campaña de 2017 y los primeros meses de gestión veían en Moreno el continuismo del régimen anterior.

En la parte negativa, sostiene que en política económica el Gobierno debe aún trabajar para «incorporar» a los sectores empresariales y productivos.

«Hemos avanzado, hemos logrado tener incorporación de empleo, confianza, hemos bajado el riesgo país, pero todavía falta mucho por hacer», reconoce.

La deuda que dejó el anterior Ejecutivo nacional, que se ha ido descubriendo durante el último año y ascendería a unos 70.000 millones de dólares, representa para Moreno un auténtico reto.

Ejemplo de ello es que tres ministros de Finanzas han pasado ya por la cartera y su proyecto de desarrollo sostenido no termina de despegar.

Michelena destaca sin embargo que «el tema de la impronta social del presidente Moreno es importantísimo» dentro de su estrategia económica, pese a que la oposición correísta considera que ha «traicionado» los principios que le llevaron al poder.

«Llevamos un año. Un año que ha sido trascendental para la historia del país, para devolverle la democracia, la libertad, ser transparentes y ser decentes», insiste el secretario de Comunicación.

Diálogo y aperturismo que se han dejado notar también en la política Exterior ecuatoriana, que este último año se ha alejado del ala bolivariana para tomar nuevos rumbos sin necesariamente romper con regímenes como el de Venezuela.

En ese sentido, Michelena deja entrever que Ecuador mantendrá un canal de diálogo abierto con Venezuela, pese a su «preocupación» por la situación de los «hermanos venezolanos».

«Nosotros hablamos con todos los países del mundo», dijo al ser interpelado sobre si seguirá tratando con el Ejecutivo de Nicolás Maduro, reelegido en unos comicios que fueron criticados por numerosos países de la región.

Ese equilibrismo diplomático quizás refleje la influencia de izquierdas de quien aún es su ministra de Exteriores, María Fernanda Espinosa, a quien la rumorología de palacio da por cesada desde hace meses.

Michelena declinó hoy confirmar, o desmentir, que Moreno vaya a dar por terminadas las funciones de Espinosa el próximo 5 de junio, gane o pierda el cargo de presidenta de la Asamblea General de la ONU al que aspira.

«La canciller está ahora en una tarea que es representar al Ecuador en un cargo importantísimo y de alto nivel. Esperamos como gobierno que esto salga adelante. Ya las decisiones las tomará el presidente», se excusó el alto funcionario.

Pero resaltó que, con motivo del primer año de gestión, para el que pidió la renuncia a todos sus ministros, Moreno «ha hecho una evaluación importante de su gabinete» y «ha tomado decisiones importantes» en base a criterios «técnicos» de cumplimiento de objetivos, un mecanismo que en las últimas semanas ha costado el cargo a varios altos funcionarios. EFE

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