«Enérgica condena» de Ecuador a violación de derechos humanos en Nicaragua

Dos muertos en ataque de fuerzas de Ortega en Masaya #AFP

El gobierno del presidente Lenín Moreno expresó hoy su «profunda preocupación» y «su más enérgica condena» por la creciente violencia que se registra en Nicaragua que ha ocasionado al menos 273 víctimas mortales y centenares de heridos.

En un comunicado oficial el Ejecutivo ecuatoriano se hace eco de esas cifras provistas por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) y «con arreglo a su compromiso con la promoción y protección internacional de los derechos humanos, reitera su profunda preocupación por la grave situación que impera en Nicaragua».

Al mismo tiempo manifiesta su «más enérgica condena por el creciente número de casos de violaciones de derechos humanos reportadas por la CIDH y organizaciones nicaragüenses e internacionales defensoras de las garantías fundamentales».

Quito rechazó en particular los recientes «actos beligerantes perpetrados por la fuerza pública en contra de los estudiantes de la Universidad Autónoma de Nicaragua y de miembros de la Iglesia Católica que participan en el proceso de Diálogo Nacional».

Y llama de manera urgente al Gobierno nicaragüense a garantizar y respetar los derechos de la población civil, investigar y sancionar a los responsables de actos de violencia, y reemprender las acciones necesarias para encontrar una salida pacífica y democrática a la crisis que vive el país a través del Diálogo Nacional.

Por último defiende los esfuerzos de facilitación del Diálogo y el trabajo del Mecanismo Especial de Seguimiento de la CIDH para apaciguar la situación en Nicaragua.

El mes pasado y a excepción de Venezuela, los países de la Organización de Estados Americanos (OEA) respaldaron un informe de la CIDH, que apuntó al Gobierno de Daniel Ortega por la elevada cifra de muertos, heridos y detenidos en el conflicto que se inició en abril a raíz de unas protestas a las reformas del sistema del seguro social en ese país latinoamericano.

Con base en ese informe, el Gobierno ecuatoriano condenó entonces, aunque no de manera enérgica como ahora, los actos de violencia y llamó a restablecer la paz.

Las protestas contra Ortega se iniciaron el 18 de abril pasado, por unas fallidas reformas a la seguridad social y se convirtieron en un reclamo que pide la renuncia del mandatario, después de once años en el poder, con acusaciones de abuso y corrupción en su contra y de acuerdo con otros organismos defensores de derechos humanos de Nicaragua los muertos ya suman por lo menos 351. EFE

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