Giuseppe Cabrera V.
Ambato, Ecuador
Nada, la palabra no existe. Bien podría terminar así, este artículo, pero mencionaré algunos argumentos sobre su errónea utilización, aunque debo confesar, que los estudios de género es mi eslabón más débil en lo que a la agenda progresista se refiere; aun así, creí necesario este artículo.
La autoría del término se la endosa a Rush Limbaugh, un ultra conversador del Partido Republicano estadounidense, cuando despotricaba en contra de la despenalización del aborto. Pero su uso es conceptual e históricamente contradictorio. El neologismo, se forma de la unión de nazi y feminismo. El nazismo fue el movimiento político que llevó y mantuvo en el poder a Hitler, de ideología fascista, que aniquiló a más de 2 millones de judíos y abogó por la supremacía de la raza “aria”, que luego se comprobaría, que nunca existió.
Diferente al feminismo, en su definición doctrinal, pues el último, busca la equidad entre hombres y mujeres, que aún dista mucho de ser real. La diferencia histórica en cambio, está en que Hitler, a más de haber perseguido judíos, también persiguió feministas, así que seguro el Führer, no aprobaría dicha amalgama de conceptos dicotómicos, al cual los movimientos feministas y organizaciones como ONU mujeres, lo ven como un insulto, una degradación y caricaturización de la lucha a favor de la igualdad de derechos entre hombres y mujeres.
El “feminazismo” no ha sido teorizado por nadie, lo que hace peligroso su uso. Cada persona marca su propia frontera, sobre lo que significa y no el ser feminazi. Si una mujer aboga por el fin de la brecha salarial, que hace ganar a las mujeres menos que los hombres, por hacer las mismas actividades y desempeñar el mismo cargo, ¿es una feminazi? Por lo tanto, cuando se usa el término se ataca a todas las feministas por igual.
Los radicalismos, extremismos y fanatismos, elija el término que le guste, han estado siempre ligados a toda forma de pensamiento o expresión cultural, a lo largo de la historia. Lo vemos en la ideología, con liberales y socialistas, que han sido tiranos y dictadores, también con la religión, en nombre del catolicismo, el islamismo y todas las religiones, se ha matado a millones, incluso en los movimientos políticos abiertamente pacíficos, como el de Martin Luther King Jr., y jamás se ha ligado, a esos fanáticos con el nazismo. Es un argumento falaz usar un peyorativo para atacar a alguien y no a su postura.