Weber, favorito para presidencia de la Comisión Europea

Manfred Weber del Partido Popular Europeo.

Bruselas (EFE).- El político alemán de centroderecha Manfred Weber (CSU) parte en buen lugar para convertirse en el próximo presidente de la Comisión tras las elecciones europeas de mayo de 2019, aunque el ascenso de candidatos antieuropeístas promete dificultarle el camino, explicaron a Efe fuentes comunitarias.

Weber, actual presidente del grupo popular europeo (PPE) en la Eurocámara, parte como favorito en la carrera para ser el futuro líder del Ejecutivo comunitario al contar con el respaldo de destacadas personalidades de Bruselas.

Además forma parte de la familia política europea con más posibilidades de ganar los comicios, el Partido Popular Europeo. Y, por descontado, ser alemán.

Fuentes cercanas al político, de 46 años, que lleva siendo eurodiputado desde los 32, explicaron a Efe que «no confirmará» su candidatura hasta mediados de septiembre, coincidiendo con el cierre del plazo establecido para una candidatura sobre la que el partido dará su opinión final en un congreso en Finlandia en noviembre.

La luz verde de Merkel al político bávaro significaría al mismo tiempo que la canciller abandona su plan de que Jens Weidmann suceda a Mario Draghi al frente del Banco Central Europeo, y que descarta aupar a sus más cercanos, el ministro de Economía, Peter Altmaier, o la titular de Defensa, Ursula von der Leyen, que también ha sonado en las quinielas.

«Weber parte en buena posición para ganar el congreso del PPE, pero no sabemos ¿qué pasará después?», dijeron fuentes de la familia popular europea.

Igualmente, la investigadora del centro europeo de ciencia política (CEPS) Sophia Russack señaló a Efe que Weber tiene «grandes posibilidades» a día de hoy de convertirse en el candidato del PPE y también al puesto de presidente de la CE ya que «su partido obtendrá, y sería muy sorprendente que no fuera así, el mejor resultado» en las elecciones europeas.

Fuentes diplomáticas señalaron que la canciller alemana Ángela Merkel y otros líderes europeos se niegan a aceptar la fórmula de automatización que implica el Spitzenkandidaten, esto es, que solo se pueda apoyar al candidato señalado por cada familia política antes de las elecciones.

Esa fórmula, que se utilizó en 2014, cuando se eligió a Jean-Claude Juncker, permite que los ciudadanos participen indirectamente de la elección del presidente de la Comisión Europea, pues cada partido ya ha dicho de antemano quien es su apuesta.

«Aunque no quieran decirlo de antemano, los líderes europeos no tendrán más remedio que acabar apoyando a los candidatos que hayan señalado antes como sus preferidos, porque no hacerlo sería democráticamente poco justificable», opinó Russack.

Por ahora, quien ya ha apoyado abiertamente a Weber, ingeniero de tecnologías de formación, es el comisario europeo de Presupuesto, el alemán Gunther Oettinger, quien muestra así su preferencia por el líder del PPE en la Eurocámara frente al eterno candidato de la formación, Michel Barnier, actual negociador jefe del ‘brexit’ del lado de la Unión Europea.

Por otro lado, si en 2014 el grueso de los escaños se repartían entre partidos distintos ideológicamente pero en cualquier caso europeístas y era posible que el ganador aupase a su candidato, en los próximos comicios será más necesario hacer frente común al euroescepticismo y consensuar un nombre.

«Si la última legislatura comenzaba con la dicotomía crecimiento versus austeridad, en la próxima el binomio será Europa sí o Europa no», dijo a Efe el eurodiputado Sergio Gutiérrez (PSOE), quien auguró que eso obligará a los grupos parlamentarios pro Europa (principalmente populares, socialdemócratas y liberales) a dejar de un lado sus diferencias y unirse para hacer frente a los eurófobos.

Por su parte, los nombres que más suenan entre los socialdemócratas son el vicepresidente de la Comisión Europea, Frans Timmermans, y la alta representante de la Unión Europea Federica Mogherini, si bien esta última difícilmente contará con el beneplácito del nuevo Gobierno italiano de corte euroescéptico.

Mientras que la eterna futurible de los liberales europeos es la comisaria de Competencia y azote de los gigantes tecnológicos Margrethe Vestager, aunque para antes deberá conseguir el apoyo del presidente francés, Emmanuel Macron, nuevo líder de facto del liberalismo europeo. EFE (I)

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