Denuncian tramado de corrupción en Puerto de Aguas Profundas de DPWorld en el Congo

Puerto de Aguas Profundas en Banana, República Democrática del Congo. Foto de la Exaf.

El contrato que firmarán el gobierno de la República Democrática del Congo y la operadora mundial de puertos Dubai Port World (DPW0rld) para la construcción y operación de lo que sería el más grande puerto de aguas profundas en la ciudad de Banana, creará una estructura corporativa que permite el enriquecimiento personal de varias figuras políticas, incluido el presidente Joseph Kabila, que gobierna el Congo desde 2001, según ha denunciado la Plataforma de Protección a los Denunciantes en Africa, una ong para la lucha contra la corrupción, conocida como PPLAAF, por sus siglas en inglés.

La PPLAAF es una organización no gubernamental originaria de Senegal, fundada en 2017 por el activista Willian Bourdon con el mandato de apoyar a denunciantes de problemas de corrupción en África, a través de soporte legal, financiación para las investigaciones, tecnología y otras necesidades. Bourdon es un abogado francés, especializado en Derechos Humanos, defensor de activistas como Edward Snowden y Julian Assange.

En 2017, los denunciantes que seguían las negociaciones entre el gobierno del Congo y la DPWorld se acercaron a la PPLAAF para entregar documentos que aparentemente prueban que las negociaciones para la construcción del puerto de aguas profundas en Banana, en un proyecto que excede los mil millones de dólares y que fue entregado sin licitación, estaría contaminado por corrupción. De acuerdo al contrato, DPWorld explotará el Puerto de Banana por un período de 50 años.

DPWorld es un operador porturario propiedad del sultán de Dubai, Ahmed Bin Sulayem, que opera alrededor de 77 terminales en el mundo entero. En mayo de 2016, DPWorld obtuvo del gobierno del Presidente Rafael Correa, la autorización por decreto para la construcción de un puerto de aguas profundas en Posorja, para que sea administrado por 50 años, y en el que tampoco existió licitación.

LAS NEGOCIACIONES

La construcción de un puerto de aguas profundas en Banana, la única parte del territorio congoleño con acceso directo al océano Atlántico, ha estado en los planes de ese país durante años.

En 2016, el gobierno de la República Democrática del Congo entabló negociaciones para la construcción de un dique flotante en la ciudad costera de Banana con Suhail Al Banna, CEO de Dubai Port World, DPWorld Africa. Dado que no se había convocado a licitación, como lo exige la ley congoleña, un organismo del gobierno emitió un permiso especial para negociar con DPWorld sin convocar a licitaciones, y que concluyó con  un proyecto más grande: la construcción de un puerto de aguas profundas.

Según la PPLAAF, un cercano asociado al Presidente Kabila, de nombre Moise Ekanga, se involucró en las negociaciones desde el principio, y solicitó conversaciones directas con el Sultán Ahmed Bin Sulayem, CEO de DPWorld, para garantizar los intereses personales del presidente Kabila.

Según el sitio web «Los papeles  del Puerto de Banana», subido por la PPLAAF y que recopila documentos sobre el tema, tras las primeras negociaciones, el presidente Kabila supuestamente le dijo a Ekanga que quería una garantía de que obtendría un beneficio personal de la construcción y operación del puerto.

El 4 de octubre de 2016, en este contexto, el Sultán Ahmed Bin Sulayem dirigió una carta al presidente Kabila que asegura la intención de otorgar un porcentaje del capital de la compañía que construirá el puerto a una nueva compañía estatal congoleña.

«Estamos dispuestos a ofrecer una participación accionaria minoritaria en la empresa operadora del puerto al Gobierno de la República Democrática del Congo, y la administración del puerto será llevada a cabo por una subsidiaria propiedad de DP World».

Esta carta fue acompañada por un apéndice que presenta las diferentes hipótesis para involucrar a una empresa privada en el caso, presumiblemente a discreción del presidente Kabila.

La Hipótesis A propondría involucrar a los accionistas privados en la empresa concesionaria («Privé»), que de facto sería una empresa que se beneficie del círculo interno de Kabila. Según los denunciantes, esta opción no era la preferida de DPW porque podría haber generado dudas sobre la corrupción.

La Hipótesis B propone otorgar el 40% de la empresa administradora («Gestionnaire») a esta empresa privada. El «Privé RDC» puede ser una compañía finalmente propiedad del presidente Kabila.

De acuerdo con las fuentes de PPLAAF, se ha retenido la hipótesis B de mantener una empresa privada hasta en un 40% en la empresa administradora.

El primer memorando de entendimiento fue firmado el 3 de enero de 2017 por José Makila, Viceprimer Ministro y Ministro de Transporte de la República Democrática del Congo, sobre las bases presentadas anteriormente. Luego, el 9 de febrero de 2017, el memorando de entendimiento es firmado oficialmente.

Luego de la firma, DPW abrió una filial en la República Democrática del Congo, dirigida por Claude Makoso. Se espera que Makoso sea el director de la compañía responsable de la construcción del puerto. Según PLAAFF, Jaynet Kabila, la hermana del presidente, supuestamente orquestó el trato. El Presidsente Kabila sería, por lo tanto, un socio de este consorcio a través de la Investment and Investment Company (SIP).

EL PROYECTO

El proyecto se refiere a la construcción y administración de un puerto y una zona de libre comercio en Banana, en la República Democrática del Congo, a un costo de más de mil millones de dólares. La primera fase planificada es la construcción de un muelle de 1.500 metros en la costa del Océano Atlántico. La República Democrática del Congo tiene una entrada al océano hacia el río Congo. El costo de esta primera fase es de aproximadamente 396 millones de dólares estadounidenses.

La construcción del puerto sería realizada por una empresa china, Guang Ping International. Los estudios de viabilidad e impacto ambiental han sido aprobados por las partes. DPWorld ha pedido 50 años de concesión. Si bien la norma es basar la duración de la concesión en un estudio económico, según la PPLAAF, DPWorl habría pedido esta duración sin demostrarlo en base a proyectos similares en el mercado.

 

 

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