Susie Altgelt y Fleurette Peet exhiben sus obras en Plaza Lagos

Guayaquil.- Dos amigas, Susie Altget y Fleurette Peet decidieron mostrar sus obras, unas en acuarela y otras en acrílico, en una exposición compartida en espacio cultural Plaza de la Fuente en Plaza Lagos Town Center de Samborondón, el lunes 3 de junio a las 19h00.

Susie Altgelt es una sevillana de madre ecuatoriana y  padre argentino, cuya historia no tiene nada que envidiar a una novela de María Dueñas, con unos padres que se enamoran en un barco rumbo a Alemania,  y  viven su romance entre bombardeos en la segunda guerra mundial, se mudan a Sevilla, España donde se casan y nacen sus cuatro hijos y al terminar  la guerra, aceptan la propuesta de su abuela de venir a Ecuador a hacerse cargo de la oficina Juan H. Kruger.

«Simpre me ha gustado el arte», dice Susie, «porque yo soy muy estética, me tienen que combinar los colores, todo tiene que estar como muy ordenado, mis ojos, cuando algo no está como me parece que debe estar, me molestan. La inclinación artística la pude haber tenido siempre, pero a mí me descubre Nacho Silva, que es un reconocido artista acuarelista porque ve mi página de Instagram y nota que yo combino las flores con las frutas, y por ahí, con algún recuerdo de un viaje que lo pongo al lado y con una tacita de café que le hago dibujos».

«Él me dijo’tu puedes pintar’, la verdad que yo no le creí, porque si nunca lo había hecho antes, ¿cómo podía pintar? Eso es lo que piensa todo el mundo, pero a veces, tenemos un talento oculto, y necesitamos a alguien que lo descubra. Yo hacía composiciones y tomaba fotos a los atardeceres, pero esos atardeceres que se pinta el cielo, que tú crees que estás viendo un cuadro. Ésa ese era mi actitud de artista sin haber pintado nada, pero cuando me dijo Nacho Silva que yo podía  pintar, dije ‘bueno, vamos a intentarlo’, y pude. Porque se necesita bastante paciencia y amor para  hacerlo, pero si te gusta lo que haces… nunca he botado nada de lo que he pintado, cuando me sentaba a pintar lo terminaba y siempre salía bonito, eso es una especie de seguridad en uno, porque a veces tú sientes que no está tan bonito y acudes a todo el mundo a preguntarle ¿qué tal te parece? Yo estaba tan segura de lo que hacía que pensaba si la gente no me ponía un like en Instagram,  no me importa, porque yo sé lo que a mi me gusta».

Susie Altgelt y Susie María Amador .

«Así fue como entré en este mundo de la pintura que llenaba mi vida, porque una cosa es estar reunida con las amigas, pero otra cosa es ocupar tu tiempo sola, en tu casa, porque en mi caso, siendo que mis hijos están casados y todos viven en sus casas, esto salió gracias a Dios,  si no tengo nada que hacer, me siento a pintar y me gusta el resultado cuando lo termino. El profesor también es muy bueno y si algo necesito consultarle a distancia lo hago por el whatsapp, entonces como no se rompe el nexo nunca».

«Las palabras que yo dije en mi discurso de Fernando Botero son muy ciertas, porque cuando tú inicias una pintura es algo que está fuera de ti, tú no estás metida en la pintura todavía, tú no sabes qué va a salir de eso, pero, cuando terminas la pintura, es como si te hubieras instalado en ella. A mí me ha pasado que he visto una obra en foto, pero cuando estoy parada frente a la obra siento una conexión y ese es el artista instalado en la obra, allí estás imaginando sus manos, estás imaginando qué fue lo que vió él, te involucras, en cambio en una foto, no te involucras. La química es directamente con el cuadro delante tuyo. Eso es lo que te despierta emociones».

Fleurette Peet nació en Irlanda, pero vive en Ecuador más de 60 años. Ella cuenta que a su padre lo enviaban a muchas partes de Sudamérica y terminó viviendo en Ecuador. «Entonces yo vine al Ecuador y me casé con un ecuatoriano de ascendente inglesa, Eduardo Peet.

«En el colegio me gustaba dibujar», dice Fleurette, hacía mis cositas, pero en realidad comencé hace unos tres años porque fui a Sudáfrica y vi los huevos de avestruz pintados y me encantaron y comencé apintar huevos de avestruz, pero me di cuenta que podía pintar, pero que me faltaba sombras, colrores, entonces yo me dije, ‘yo me voy a meter a clases de pintura para aprender un poco más y allí comencé con las clases de pintura, y comencé a pintar, a pintar, a pintar…»

La muestra se puede visitar hasta el 12 de junio.

Silvia Saab,Yvette Icaza Anita Furoiani y Galo Garcìa.

María Rosa Jurado, fotos larepublica.ec (F)

Más relacionadas