Ecuador pide investigación independiente por muerte de capitán venezolano en manos del gobierno de Maduro

El Ejecutivo de Ecuador condenó este lunes la muerte del capitán de la Marina Venezolana Rafael Acosta Arévalo, quien se encontraba detenido y acusado de golpista por el Gobierno del presidente Nicolás Maduro, y pidió una investigación independiente para esclarecer este caso.

En un comunicado de la Cancillería, el Gobierno de Ecuador condenó «enérgicamente las circunstancias que llevaron a la muerte del capitán de la Marina Venezolana Rafael Acosta Arévalo, quien fue detenido el 21 de junio junto a tres soldados y dos agentes de policía, por fuerzas policiales de la dirección de Contrainteligencia Militar de Venezuela (Dgcim)».

Además, el texto oficial recoge que, de acuerdo a informaciones independientes, el fallecimiento del militar venezolano «se produjo tras haber sufrido torturas y malos tratos durante su arresto, en violación de leyes venezolanas y tratados internacionales e interamericanos que condenan tales prácticas».

Por ello, «Ecuador expresa su solidaridad con los familiares del capitán Acosta y hace un llamado a que se adelante una investigación independiente con el apoyo de la Oficina del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos».

Dicha indagación debe «aclarar la muerte del capitán Acosta y llevar a quienes fueron responsables ante los tribunales competentes», finalizó el comunicado de la Cancillería.

La Justicia venezolana anunció este lunes la detención de dos militares por su presunta responsabilidad en la muerte del capitán Acosta.

De acuerdo con informaciones de la prensa venezolana, Acosta Arévalo fue detenido por funcionarios de la Dgcim, sin que se indicaran entonces los motivos de su aprehensión.

Según su defensa y voceros de la oposición, el militar fue torturado hasta la muerte y la última vez que se le vio con vida, cuando fue presentado ante el tribunal, no podía mantenerse en pie o hablar.

El Gobierno de Nicolás Maduro denunció el pasado miércoles que desactivó un golpe de Estado que se produciría entre el 23 y 24 de junio y que incluía el asesinato de los principales líderes del chavismo, entre ellos el propio presidente.

Un día después el fiscal general informó de que Acosta Arévalo formaba parte de la conspiración y que estaba siendo investigado junto a otros 13 civiles y militares. EFE

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