Perú se une a carrera mundial para encontrar vacuna contra el coronavirus

Foto: Bitácora Médica

Un grupo de investigadores peruanos se ha unido a la carrera mundial para encontrar una vacuna para el coronavirus SARS-CoV-2, causante del COVID-19, y confía en tenerla lista para el próximo año como un recurso propio para no depender de la gran demanda internacional.

En China, Estados Unidos, Israel, Alemania, Suecia e incluso Brasil, entre otros países, hace semanas que se pusieron manos a la obra, y algunos laboratorios ya están haciendo pruebas en humanos, que es la última fase para el desarrollo de una vacuna.

Son muchos los laboratorios de vanguardia que pugnan por ser el primero en anunciar una vacuna efectiva contra la pandemia, pero en Perú no quieren quedarse atrás.

La misión la comparten la empresa Farvet, que ya ha diseñado anteriormente vacunas contra otros tipos de coronavirus en la industria avícola, y la Universidad Peruana Cayetano Heredia (UPCH), la de mayor prestigio de Perú en el campo de la medicina.

«Es una carrera contrarreloj», afirmó a Efe el director ejecutivo de Farvet, Manolo Fernández, quien espera acortar los plazos del desarrollo de la vacuna gracias al conocimiento de su laboratorio en el comportamiento de los coronavirus en las aves.

«Hay laboratorios que ya tienen mucho más avance y va a ser casi imposible adelantarles, pero cada laboratorio está haciendo un modelo diferente. Es muy bueno que existan todas estas alternativas. Veremos cuáles funcionan mejor», añadió.

ESTRATEGIA EXITOSA EN AVES

El método elegido es el mismo que ha resultado exitoso en otros tipos de coronavirus que causan neumonías en aves y consiste en sintetizar y producir proteínas llamadas Spike S1 que impide al virus adherirse a los receptores de la membrana de la célula y, por lo tanto, ingresar en ella para replicarse en el interior.

«Esas proteínas van a generar anticuerpos contra el receptor viral y cuando el virus quiera ingresar a la célula va a estar bloqueado por estos anticuerpos», precisó Fernández, a cargo de un equipo de quince especialistas entre biólogos moleculares, bioquímicas y asesores extranjeros.

En un plazo de 60 días confían tener sintetizado y probado el núcleo de la proteína, lista para ser testada en animales y luego, posteriormente, en humanos.

El diseño de la proteína se ha realizado en base a las distintas secuencias del genoma del virus SARS-CoV-2, entre ellas una de Perú de una cepa aislada por el Instituto Nacional de Salud (INS).

Esa secuencia fue compartida por el INS para la comunidad científica mundial en la base de datos de la Internacional Global Initiative on Sharing All Influenza Data (GISAID), con el objetivo de compararla con otras y poder diseñar vacunas más efectivas.

EL VIRUS ESTÁ MUTANDO

En ese sentido, el jefe del Laboratorio de Bioinformática y Biología Molecular de la UPCH, Mirko Zimic, explicó a Efe que la cepa peruana es casi idéntica a la aislada en España, pero presenta una pequeña mutación en el segmento del Spike S1 que ya ha sido incorporada al diseño informático de la proteína.

«Primero se hacen diseños bioinformáticos, luego se pide a una compañía biotecnológica que produzca un baculovirus con un injerto del gen de nuestro interés en su genoma, y ahí cargamos la secuencia que queremos que se produzca para la vacuna. Ese baculovirus se cultiva en células de insecto y estas producen el antígeno»», detalló Zimic.

El mayor obstáculo será producir la proteína en gran cantidad y para ello necesitan nuevos purificadores, por lo que han participado en el concurso de proyectos especiales de respuesta contra el COVID-19 organizado por el Consejo Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación Tecnológica (Concytec).

El organismo estatal anunció este lunes en un comunicado que recibió unas 600 propuestas que concursan por recibir 5 millones de soles (1,5 millones de dólares) para financiar los proyectos.

Entre ellos también hay una propuesta de otra vacuna contra el COVID-19 por parte de investigadores de la Universidad Nacional de Tumbes y una aplicación para dispositivos móviles que controla la sintomatología de la enfermedad mediante la temperatura y la frecuencia respiratoria, según pudo conocer Efe.

CUESTIÓN DE AUTOSUFICIENCIA NACIONAL

Para Zimic, lo más complicado después de lograr las pruebas en roedores, primates y humanos será elaborar rápidamente una patente y que una compañía farmacéutica apueste por ella.

«No tenemos certeza de que la vacuna sea aprobada para su uso, pero queremos dejar un precedente de que un país como Perú puede atreverse a hacer su vacuna, con el propósito de que algún día haya aquí una planta de producción de vacunas de distintos tipos para abastecer a toda la población sin depender de lotes de afuera», indicó Zimic.

«En el caso del COVID-19, cada país tiene que buscar su autonomía y seguridad para su población porque no sabemos cómo serán los lotes de vacunas. Tampoco sabemos si el virus tendrá una tasa de mutación tan alta que infecte de manera múltiple a una persona en cortos tiempos. En ese es escenario deberías, como país, tener la capacidad de generar vacunas rápidamente», concluyó. EFE

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