Ortiz confirma «daño grave» en la Refinería de Esmeraldas

Refinería de Esmeraldas.

El ministro de Energía, René Ortiz, confirmó este viernes que se produjo un «daño grave» en la Refinería de Esmeraldas, la mayor planta de procesamiento de derivados del país, lo que se sumó a la rotura de dos oleoductos que obligó a suspender las exportaciones de crudo.

Ortiz, en una rueda de prensa a través de internet, recordó que hace algunos días se produjo un parón eléctrico en una amplia zona del país por un problema en una de las principales subestaciones de distribución del Sistema Nacional Interconectado (SNI), que enlaza las redes nacionales de energía.

Ese parón eléctrico afectó a una unidad considerada el corazón de la planta y que sirve para el procesamiento de naftas de alto octanage.

Afectó un compresor, lo que es «mucho más grave que cualquier otro incidente que hayamos tenido en el pasado en la Refinería de Esmeraldas», precisó el ministro.

La unidad tardará un tiempo en ser reparada, si bien el ministro no dio un plazo estimado para recuperar la actividad total de esa industria.

Sin embargo, aseguró que hay suficiente carburante para atender la demanda interna de gasolinas, acumulado en depósitos que se encuentran tanto en tierra como en buques estacionados cerca de la costa del país.

Además, dijo que la crisis sanitaria por el coronavirus que ha afectado al país y al mundo por la paralización de muchas actividades productiva y sociales, han generado una contracción en la demanda.

PARALIZACION EN OTRA REFINERIA POR EMERGENCIA SANITARIA

A la situación en la planta de Esmeraldas, Ortiz sumó la paralización de actividades en una refinería menor, La Libertad, suspendida por el contagio de COVID-19.

Ecuador dispone de tres refinerías, la más grande la de Esmeraldas con capacidad para procesar unos 110.000 barriles diarios de crudo y ubicada en la provincia del mismo nombre (noroeste).

Además, la planta La Libertad, ubicada en la provincia costera de Santa Elena (suroeste) tiene capacidad para procesar 20.000 barriles diarios de crudo, y la de Shushufindi, en la provincia amazónica de Sucumbíos (noreste), de 45.000 barriles diarios.

REPARACION DE OLEODUCTOS EN DOS A CUATRO SEMANAS

Por otra parte, el ministro reiteró que la reparación por la rotura de los oleoductos, en el sector de San Rafael, entre las provincias amazónicas de Napo y Sucumbíos, tardará entre dos y cuatro semanas.

En el percance, provocado por un problema geológico en esa zona, donde se ubica también el volcán activo Reventador, se vertieron unos 4.000 barriles de crudo que contaminaron el río Coca, según el alto funcionario.

Algunos grupos indígenas han advertido de que el vertido ha afectado a unas setenta comunidades a lo largo del cauce y que, aparentemente, la mancha de petróleo habría superado algunas zonas limítrofes con Perú.

Ortiz adelantó que espera para entre hoy y mañana, sábado, un «informe completo de lo que significó el derrame, para medir las consecuencias río abajo», por lo que no confirmó si el vertido ha llegado, a través del río, hasta zonas limítrofes.

Dicho informe lo compartirá, a través de la Cancillería ecuatoriana, con las autoridades peruanas, pero puso énfasis que el objetivo de Ecuador ha sido contener el derrame y proteger, en primer lugar, las tomas de agua para el consumo de poblaciones asentadas en el trayecto del afluente.

Además insistió que Ecuador, por esa razón, ha suspendido las exportaciones petroleras por «fuerza mayor», que las retomará cuando se reparen los dos oleoductos afectados.

El martes pasado, un hundimiento de tierra en la zona de San Rafael produjo un socavón geológico que produjo la ruptura del estatal Sistema de Oleoducto Transecuatoriano (SOTE) y del privado Oleoducto de Crudos Pesados (OCP), además de un «poliducto» para el transporte de derivados.

Foto distribuida el 9 de marzo de 2020 por la empresa OCP, que maneja el oleoducto de crudos pesados.

El SOTE tiene una capacidad de transporte de 400.000 barriles diarios de crudo y su trayecto une las zonas de extracción en campos ubicados en la zona amazónica del noroeste del país, con los puertos de embarque en el Pacífico.

El OCP corre paralelo al SOTE y tiene una capacidad de transporte de 300.000 barriles.

Ortiz indicó que se ha diseñado una variante en el trayecto de los oleoductos para proceder a su reparación, aunque no descartó llegar a un acuerdo con el Ejecutivo de Bogotá para que se pueda transportar parte de la producción nacional por el Oleoducto Trasandino (OTA), al que se une por una conexión en la zona norte de la Amazonía. EFE

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