Olmedo Quimbita y el peregrinaje de la conciencia

La infancia de Olmedo Quimbita, (Cotopaxi,1965) estuvo marcada por las  pinturas y los instrumentos musicales de su  hermano. “El arte se me hizo  fácil desde ahí, y luego ya se intensificaron  más a través del tiempo, las inquietudes mías de  involucrarme en el arte.

LaRepublica.ec.: Usted tuvo la oportunidad de estudiar arte en el exterior.¿Cómo fue esa experiencia?

Olmedo: Yo estudié en Quito. Luego estudié también arte en Caracas en el año 85. Ésas fueron mis primeras formaciones. Ya han pasado muchos años, ¿no?

LaRepública.ec:  Algunos.

Olmedo: Entonces tuve la oportunidad de iniciarme como artista, en Caracas viví como unos tres años más o menos, y a partir de ahí, empecé a dedicarme tiempo completo al arte hasta el  día de hoy, a hacer una serie de exposiciones  en el mundo entero, primero fue en Latinoamérica, luego pasamos a Estados Unidos y Europa, algo de los países árabes también, he estado en muchos lugares del mundo a través del arte.

LaRepública.ec: ¿De qué manera describe usted su arte?

Olmedo: Bueno, yo he tocado diversidad de temas, por ejemplo, hay muchos comentarios que mencionan que mi pintura también está vinculada con el indigenismo, en alguna parte toqué ese tema, pero no al nivel que manejaron nuestros grandes artistas… el sufrimiento, la miseria, la vida social, más bien mis personajes van caminando a lo positivo del ser humano. Eso fue más bien una etapa mía, y dentro de eso ha habido varios tópicos, como por ejemplo, naturaleza, por ejemplo, lo último que estoy manejando es la serie de la niñez, de la ternura, que me da una gran satisfacción.

Y en esta última etapa, que a todos nos ha tocado vivir,  que es la cuarentena, justamente,  las cosas se dan y se conectan, hay un par de obras que se llaman “El peregrinaje de la conciencia”,  y ahora que he estuve trabajando en mi taller fue saliendo esa serie. Pero es una serie más bien dedicado al cambio que nos ha tocado vivir a todos, sin excepción, a la humanidad en el mundo entero, por ejemplo ahora, los chicos están más con los padres, el mundo del consumo se ha detenido, por eso lo último que creé es el cambio de conciencia, la forma diferente de ver las cosas,  hay un par de obras donde están todos esos personajes representados, y esas cosas se dan, no es que yo lo busque, sino que estuvo.

Alguien me dijo: “¿maestro, cómo hizo para inspirarse? No. Estoy trabajando en mi taller y las cosas se conectan, fluyen, de alguna manera, porque  todo lo que está pasando influencia al artista, la sensibilidad respecto de esos sucesos hizo que automáticamente me llegaran esas ideas. Y bueno,  y bueno, creo que vamos a otros parámetros.

¿Usted alguna vez ha incursionado en el arte conceptual?

LaRepública.ec: “El arte conceptual se viene dando no desde ahorita, sino desde hace mucho tiempo atrás.  Me acuerdo de cuando  yo estaba en Europa, Estados Unidos en el 85 estaba en boga, pero lo que es la pintura sigue su rumbo. Y,o curiosamente, creo que la pintura nunca pasará de moda, porque es un arte para el que, primeramente,  hay que tener talento, hay que dominar el oficio, luego es el lenguaje, de tal manera que, a lo largo de la historia todos los grandes maestros del arte han sido de toda la vida. El arte conceptual también es respetable, tiene su lenguaje, tiene buenas propuestas.

LaRepublica.ec: ¿Dónde vive usted actualmente?

Estoy en dos sitios,en Guayaquil y tengo un taller en Olón,  en la provincia de Santa Elen. Mi última exposición fue en Bogotá y casi me quedo atrapado allí a causa de la pandemia, mi obra ahora ya alió de Bogotá y está ahora en Bucaramanga.

 El artista siempre plasma sentimientos del presente , de las cosas que están pasando, de una u otra manera, por ejemplo,  yo estuve analizando algunas obras de artistas ya de hace algunos años de Ecuador, ahí no había internet las comunicaciones eran lentas, pero curiosamente, lo mismo que se estaba haciendo en Europa, se estaba haciendo en Ecuador. Es una cuestión que el artista trasciende esa parte. Interesante.

LaRepública.ec: Es como un cambio en la conciencia colectiva que nos  va impregnando a todos.

Olmedo: Nueva humanidad, yo diría. Por el momento voy a seguir en esta serie, veremos como va evolucionando, esto no se puede parar, la humanidad tiene que seguir.

LaRepública: ¿hay algo más que quisiera decir?

Olmedo: Me gustaría  invitar a la ciudadanía a disfrutar de mi exposición en de arte en el Village Plaza desde el 3 hasta el 23 de agostode 2020.

MRJC

Más relacionadas