Punto de partida

Juan José Pons

Guayaquil, Ecuador

Hoy 24 de agosto 24 de 2020 es el punto de partida para las elecciones presidenciales y a la Asamblea Nacional que gobernará el país durante el periodo 2021–2025 .

 Se habrá cerrado el proceso de elección interna como manda el mal llamado Código de la Democracia y solo quedan algunos juegos pirotécnicos  a resolverse en el CNE de candidatos que sabiendo que NO pueden ser candidatos se postulan para victimizarse durante el proceso y mantener su discurso que no los enjuician por corruptos sino por políticos.

Pero juegos politiqueros a parte, este es el punto de partida de uno de los procesos electorales más importantes en la historia del Ecuador ya que su resultado será el que marque o la salida de la grave crisis que vive el país en todos sus frentes o la profundización de esta con las consecuencias que ya han sido descritas por múltiples técnicos y analistas.

La responsabilidad  radica en el electorado, en todos nosotros que debemos actuar con convicción por las causas en las que creemos y por los candidatos que las representan con honestidad  y capacidad, no solo de ellos, sino del equipo que los acompaña.

Aquellos que son escépticos, quejumbrosos, que no encuentran planteamiento que los satisfaga o que invocan a la divina providencia, en mi opinión, son unos irresponsables  ya que no contribuyen a las soluciones sino que son una carga pesada de lamentos que es parte del problema.

Hoy más que nunca nuestro país necesita que sus ciudadanos trabajen y decidan su futuro  y ese futuro pasa por apoyar aquellos candidatos que tengan claro que todo hecho social tiene un fundamento económico que a su vez tiene que ser ejecutado por seres humanos comprometidos, trabajadores y HONESTOS en función del interés común.

¿De qué sirve quejarnos que no hay empleo si el candidato que elegimos ahuyenta a la inversión que genera empleo?

De qué sirve decir que hay que defender la dolarización si el candidato que elegimos mata el  aparato productivo y la exportación que genera divisas ya que SIN DÓLARES NO HAY DOLARIZACIÓN.

¿De qué sirve llorar por la plata robada si elegimos a LADRONES?

Y así podemos seguir por muchas páginas con esta reflexiones.

Entendamos bien: esto es A DIOS ROGANDO Y CON EL MAZO DANDO. Trabajemos todos y labremos nuestro futuro para tener la igualdad de oportunidades que una República Liberal nos brinda.

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