El suizo Marc Hirschi (Sunweb), de 22 años, dio la razón a su representante, su compatriota Fabian «Espartaco» Cancellara, quien le considera el Kylian Mbappé del ciclismo, al adjudicarse a lo grande la duodécima etapa del Tour de Francia, disputada entre Chauvigny y Sarran Corréze, que mantuvo al esloveno Primoz Roglic (Jumbo) como maillot amarillo.
El ecuatoriano Richard Carapaz mantuvo la posición 15 en la tabla general tras llegar 43 en la etapa 12 de la competencia. Carapaz está a 3 minutos y 42 segundos del líder de la carrera, el esloveno Primoz Roglic.
Exhibición de Hirschi, enrabietado tras quedarse dos veces con la miel en los labios. A la tercera fue la vencida. A su estilo, en solitario y con alarde de fuerza y poderío, el ciclista helvético estrenó su palmarés en la maratón de la presente edición, de 218 kilómetros.
El campeón del mundo y de Europa sub’23 entró en Sarran eufórico, ajustándose el maillot y brazos en alto con un tiempo de 5h.08.49, con adelanto de 46 segundos sobre el francés Pierre Rolland y 50 sobre un grupo que incluía al español Jesús Herrada. El pelotón eliminó una hora del calendario a 2.03 minutos, sin novedades en la general.
Así que Primoz Roglic defenderá el maillot amarillo este viernes en la etapa con final inédito en el alto del Puy Mary. El colombiano Egan Bernal (Ineos) le sigue a 21 segundos y el filósofo y autor teatral francés Guillaume Martin (Cofidis) a 28. En un minuto respiran Bardet, Quintana, Urán, Pogacar, Yates y Mikel Landa, décimo y primer español a 1.42 del líder.
UNA FUGA DE GIGANTES
La etapa maratón del Tour 2020 y la única que este año supera los 200 kilómetros salió de la pequeña localidad medieval de Chauvigny con ánimo escapista. Tras varios intentos un grupo de gigantes lograron marcharse a la aventura.
Se metieron los tres ciclistas más altos del pelotón, Walscheid (NTT), de 1,99 metros, Politt (Israel Start) y Asgreen (Deceuninck-Quick Step), de 1,92 y dos españoles, el campeón de España Luis León Sánchez (Astana) e Imanol Erviti (Movistar), de 1,86 y 1,89 respectivamente.
Para compensar les acompañó el galo Mathieu Burgaudeau (Direct Energie), con 1,68 uno de los diez ciclistas más bajos del Tour de Francia. El pelotón no se puso nervioso, ni mucho menor, y estabilizó la fuga en torno a los 3 minutos como mucho.
La etapa de los homenajes que ideó la organización, por aquello de pasar por el pueblo natal del legendario Poulidor y finalizar en Sarran, el feudo electoral del expresidente francés Jacques Chirac, empezó a toda mecha, con 51 kilómetros cubiertos en la primera hora. Sin licencia para llegar, el quinteto rodó en armonía sabiendo que el gran grupo les iba a echar el guante en cuanto se lo propusiera. El Bora de Sagan y el CCC de Trentin tomaron la batuta para imponer en ritmo adecuado.
SOLER ATACA Y ROMPE EL PELOTÓN
El interés orográfico estaba concentrado en los últimos 45 kilómetros, con las cotas de La Croix du Puey (3a) y de Suc au May (2a). En la primera de ellas atacó Marc Soler, anuló la fuga y seleccionó un grupo de 6 con Schachmann, Benoot, Andersen, Hirschi y Pacher.
En Suc au May, un segunda de 3,8 al 7,7, Hirschi volvió a mostrar su ambición atacante, picado en su orgullo por haber rozado la victoria en dos ocasiones. Se destacó subiendo y en solitario se jugó algo más que el pellejo bajando. Su equipo montó la estrategia con 4 corredores para ir preparando la escapada del joven de Berna.
Un final de clásica con Hirschi de protagonista, arriesgando para cumplir su sueño ante la acometida de varios grupos perseguidores. Por detrás Soler y Schachmann a un puñado de segundos, más atrás con Alaphilippe arrastrando a otro grupo a base de tirones. Los favoritos, juntos; en tiempos de tregua, y los esprinters olvidados en cola de pelotón, sufriendo en las subidas.
IMPERIAL HIRSCHI, EL MBAPPÉ DEL CICLISMO
A meta 16 kilómetros de emoción por el juego del ratón y el gato. Ni un metro de llano para un final de aroma clásico. Hirschi, también campeón del mundo juvenil en pista, no se dejó atrapar por Alaphilippe, que iba sin cadena, desatado oliendo su segunda victoria.
El francés tiró la toalla a 4 de meta, se dejó alcanzar por el grupo donde marchaba Jesús Herrada y se concretó la revolución juvenil de Hirschi, capaz de rentabilizar 40 segundos y obtener su primer triunfo en una grande. Desde el triunfo de Fabian Cancellara en 2012, no ganaba un suizo en el Tour.
Para Cancellara, que e su representante, Hirschi es el Kylian Mbappé del ciclismo. Si lo dice «Espartaco», uno de los mejores clasicómanos de la historia, por algo será.
Este viernes regresa la montaña con la decimotercera etapa entre Châtel-Guyon y Puy Mary Cantal, de 191,5 kilómetros. Siete puertos en el recorrido, el que conduce a meta de primera, ascenso de 5,4 kms al 8 por ciento. EFE