Londres, Reino Unido
El Banco Central ha publicado las cifras del PIB para el segundo trimestre del 2020, la economía ecuatoriana se contrajo un 12.4% durante ese periodo versus el 2019, el peor registro que se tenga, superando ampliamente la crisis del 1999-2000. No resulta sorpresiva la gran caída dada la cuarentena en la que estuvo el país entre abril y junio, la rotura del oleoducto que impidió exportar petróleo durante abril y la peor caída del precio de este en mayo, llegando a registrarse un valor negativo.
Y sin embargo la caída no es tan mala como muchos nos habíamos imaginado y claramente menos mala que la de casi todos los países de la región: Perú se contrajo un 30%, Argentina un 19% al igual que Mexico, Colombia lo hizo en casi 16% y Chile un 14%. Y es que el segundo trimestre de 2020 ha marcado récords a nivel mundial, para poner un par de ejemplos: Reino Unido se contrajo un 19%, EE. UU. lo hizo un brutal 33% y los países que conforman la Unión Europea lo hicieron un 14.4%. Dicen que mal de muchos es consuelo de tontos, pero la realidad es que en un momento en que la economía mundial se contrae de manera extraordinaria, decrecer menos que nuestros vecinos y las principales economías del mundo, es una buena noticia.
Si miramos a detalle la caída del PIB, vemos que el sector petrolero se contrae un 29%, como mencioné antes la bajada del precio del petróleo sumado a la paralización en las exportaciones tuvo un impacto tremendo en el pib petrolero. El pib no petrolero decrece un 10% versus el 2019. Esta caída se da en todos los sectores: el gasto del gobierno cae un 10%, el gasto de los hogares (el factor más importante de la economía), lo hace casi un 12% y las inversiones lo hacen aún más, un 18.5%. Por sector económico vemos que además del petrolero, los que ms sufren son: Transporte con una caída del 30%, normal dado las limitaciones implementadas para evitar el avance del Covid-19, hotelería y servicios de comida decrecen un 18% y la construcción lo hace un 13%.
Otro sector que ha sufrido de manera importante es el turismo, mirando la Balanza de Pagos vemos que los ingresos por turismo bajan de US$600m en el segundo trimestre del 2019 a apenas US$10m en el 2020. Pese a esta enorme bajada la balanza comercial es positiva durante la primera mitad del 2020, debido a que, aunque las exportaciones caen, las importaciones lo hacen aún más. La cuenta corriente en los seis primeros meses es positiva en US$426m, cuando el año pasado fue de -US$191m, esto es una buena noticia pues el flujo de dólares a la economía, que sostiene la dolarización, es positivo.
¿Que nos depara el futuro de cara al fin de año? No cabe duda de que el 2020 va a ser un año de contracción económica, sin embargo, las cifras del segundo trimestre nos permiten pensar que esta va a ser menor que la esperada inicialmente. El Banco Central hace varios meses planteó tres escenarios que incluían caídas del 7%, 8% y 9%, el FMI en su última previsión de Julio calculo un -11%. Yo me atrevería a decir que la caída será menor que la pronosticada por el FMI y cercana al escenario menos malo del BCE.
¿Por qué? La primera razón es que a partir de Julio las restricciones se empezaron a levantar, el COE permitió paulatinamente la apertura de tiendas y restaurantes, el transporte entre provincias e inclusive la llegada de vuelos internacionales. El sector donde se puede pensar de manera más optimista es en las exportaciones. Con cifras hasta agosto vemos que las exportaciones no petroleras han crecido con respecto al 2019, y aunque las exportaciones petroleras todavía están por debajo del 2019 por la bajada en el precio del petróleo, seguramente en el tercer y cuarto trimestre no vamos a ver la caída del 15% en las exportaciones que vimos en el segundo trimestre.
Algo similar va a suceder con el gasto de los hogares, seguramente será negativo en la segunda mitad del 2020 pero menos pronunciado que en el segundo trimestre, de hecho, las cifras de pago de impuestos en Septiembre muestran mejoría con respecto a los meses anteriores. La renegociación de la deuda aprobada en agosto y la firma de un nuevo acuerdo con el FMI son buenas noticias de cara a las inversiones que, aunque también caerán con respecto al 2019 en el tercer y cuarto trimestre, van a caer menos que en el segundo trimestre.
Quizás quienes lean este articulo dirán que estoy pecando de optimista y quizás sea cierto, pero si al final del año tenemos una caída del 5% o 6% en lugar del 11% pronosticado por el FMI sería una buena noticia. Latinoamérica va a ser la región más golpeada por el Covid-19 dado la enorme mortalidad y la peor recesión de su historia. Ecuador empezó la pandemia como el peor país de la región dado el enorme brote en Guayas y Santa Elena en abril; desde entonces el país ha logrado lentamente reabrir su economía sin tener un rebrote de la magnitud de la inicial. Esto debería notarse también en una recesión menor que la de otros países que continúan con medidas muy restrictivas y debería ayudar a limitar en algo el enorme impacto social que esta crisis está teniendo en términos de desempleo, pobreza y desigualdad.
Intentar contener el virus y no destruir la economía está siendo un reto enorme para el mundo, reto del que solo saldremos si logramos adaptar nuestra economía al virus sin tener que pararla.