¡Identidad en riesgo!

Diego Montalvo

Quito, Ecuador

Por redes sociales ha circulado un manifiesto puramente demagogo y carente de todo sentido titulado «Los monumentos que queremos» impulsado por Paralaje XYZ que, teóricamente, es una carta abierta de los “sectores culturales” hacia la ciudadanía. El comunicado reza lo siguiente:

«Es urgente replantear qué monumentos queremos en el espacio público de nuestras ciudades. No podemos conmemorar una visión sesgada del pasado, desconociendo el etnocidio que significó la Conquista y la colonización de los territorios que hoy conforman el Ecuador. Esto contradice el espíritu crítico de la cultura actual. Las poblaciones indígenas, negras y afrodescendientes históricamente han cuestionado la legitimidad de los relatos heredados por una concepción racista de la historia, luchando por una representación justa de su pasado, cultura y formas de resistencia.»

¿Quiénes se creen estos supuestos “académicos” y “escritores” para decidir por toda una ciudad sobre qué debe estar en el espacio público y lo qué no? Aquellos que poseen un alto grado de Historia Nacional se han opuesto a estas medidas populistas plagadas de radicalismos absurdos y nulos estudios técnicos. Para decir semejante barbaridad —que raya en la locura y el sinsentido— al menos tomen un libro. Así mismo, arremeten contra la Virgen de Quito: ¿qué autoridad tienen? Pretenden borrar nuestra memoria, pero aquello será imposible. Les incomoda los pensamientos críticos y por eso quieren cargarse siglos de historia y memoria colectiva, arrasando con nuestra propia identidad y patrimonio que, por si no lo saben, no les pertenece. La cultura, la verdadera cultura, es de todos y para todos.  

«Las estatuas en el Ecuador contribuyen, en su mayoría, a escenificar una versión de la historia que reconoce sólo parcialmente los legados ancestrales en la construcción de la nación. Por ello, en el actual milenio es urgente replantear el sentido de monumentos que no expresan la diversidad de culturas que sostienen el tejido social y comunitario del país, más allá del costumbrismo y la retórica multicultural. Cabe preguntarse qué queremos recordar, a quiénes queremos rendir homenaje hoy, y en función de ello concebir una estatuaria monumental coherente con el presente.», prosigue el texto.

Este fragmento desconoce un hecho plausible que se llama mestizaje, además de minimizar la libertad de expresión e ignora el hecho que cada ciudad puede tener los monumentos que considere pertinente en base a su historia e identidad propia.

Amerindia fue descubierta el 12 de Octubre de 1492, sucesos que se han enseñado desde la escuela y cuando éramos niños practicamos estas lecciones de cabo a rabo. ¿Estos autores del manifiesto aprobarían siquiera el bachillerato? Trata de hacernos creer —ya mayorcitos— que Colón “sometió” al Imperio inca con el financiamiento de la reina Isabel la Católica. A continuación expongo ciertos hechos:

Realmente, los Incas, antes de la llegada de españoles, ya había conquistado previamente a los asentamientos precolombinos de gran parte de Bolivia, Chile, Ecuador, Perú, Colombia, Argentina (y una parte del Brasil) sometiéndoles a su civilización. La economía inca (sólo para su conocimiento) fue de carácter feudal, esclavista y socialista. La destrucción del Tahuantinsuyo, realmente se dio antes del arribo de tropas españolas. La pelea entre los hermanos Huáscar y Atahualpa causó una guerra civil interna con centenares de muertes. La viruela (no España) acabó con la muerte del padre de Atahualpa y Huáscar llamado Huayna Capac. Cuando Atahualpa llegó al poder en 1532 (es decir 40 años después del arribo de Colón al Nuevo Mundo) Francisco Pizarro recién había puesto un pie en América. Es cierto que terminó con la vida de Atahualpa (de igual forma quizá hubiera muerto a manos de sus desertores), pero la verdadera caída del Imperio inca se dio tras las guerras internas, así como pasó con el Imperio griego, el Imperio romano y el Imperio persa. Así mismo, entre conquistadores (aunque desean hacerlos ver como aliados) formaron guerras civiles entre ellos. Francisco Pizarro fue destituido de su poder por Diego de Almagro y su hermano Gonzalo Pizarro.

Europa y Oriente han logrado cerrar brechas de esta naturaleza mientras nosotros seguimos reviviendo el pasado, no para aprender de él sino para vivir en él. «Los monumentos que queremos», es un escrito carente de fundamentos, y menos los tienen quienes lo apoyan. Entre los nombres están María Fernanda Ampuero (pésima Gerente del Plan Nacional del Libro y la Lectura dónde sólo se quedó cinco meses al frente del cargo), Daniela Alcívar Bellolio (cuya gestión como directora del Centro Cultural Benjamín Carrión pasará a la historia como una de las más mediocres con nada relevante realizado desde este espacio y quién no ha rendido cuentas de la desvinculación de algunos empleados de la entidad), Mónica Ojeda (quien publica sus libros en España ¿sacrilegio?, además feminista populista que apoya los vandalismos de este grupo como la quema de bienes públicos y privados e iglesias católicas), Alberto Acosta (ex presidente de la Asamblea Constituyente de Montecristi, correísta solapado y quien empujó a crear la actual Constitución de la República que no es más que una oda al fracaso) y demás firmantes como la Asociación de estibadores y trabajadores mixtos mercado San Roque… ¿sector cultural?

Este chiste de mal gusto ya se vio traducido en el enjuiciamiento de Leonidas Iza y Jaime Vargas (que se creen hijos de Atahualpa y de sangre noble) quienes deberán pagar con prisión el llamado “baño de sangre” a Isabel I de Castilla, junto con feministas y radicales incongruentes que ven en la destrucción del patrimonio su arma más baja y ruin.

En el manifiesto antes mencionado, no asoma ningún miembro de la Academia Nacional de Historia, de la Academia Ecuatoriana de la Lengua, de la Sociedad Bolivariana del Ecuador, de ningún funcionario de la Secretaría de Cultura del Ilustre Municipio de Quito, ni siquiera de la Casa de la Cultura Ecuatoriana. Su ego, así como cuando Rafael Corra hablaba en nombre del “pueblo”, ustedes pretenden hablar en nombre del “sector cultural” cuando el portal  Paralaje XYZ realmente no representa a nadie. No obstante, el Doctor Simón Espinosa Cordero les deja una reflexión que ojalá la acaten: “Compañeros amazónicos, compañeras coto/ paxi/ enses no jueguen con Isabel La Católica, portadora de una espada tan pesada que ni el dúo Iza/Vargas junto podría levantar. Si continúan acosándola, podría quemarlos vivos por herejes. Fue una de sus especialidades.”

Firmantes de «Los monumentos que queremos», ¡funden su propia ciudad, no jueguen con nuestra identidad y déjenos en paz!        

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