¿Existe relación entre la COVID-19 y la pérdida de cabello?

Según datos del Ministerio de Salud Pública, los casos de COVID-19 en el Ecuador han disminuido notablemente (alrededor del 85 %). Sin embargo, muchas personas que sufrieron de la enfermedad y se recuperaron ahora enfrentan diversas secuelas relacionadas al coronavirus.

Incluso en personas que solo presentaron síntomas leves de la infección, organismos como la Organización Mundial de la Salud (OMS) temen que a largo plazo puedan observarse efectos en el corazón, los pulmones o el cerebro. Ahora que un porcentaje significativo de la población mundial sufrió de coronavirus, estas secuelas pueden notarse más claramente. De todas estas, una de las menos discutidas podría ser la pérdida de cabello.

“El virus puede tener múltiples afectaciones. Se puede alterar la parte endocrinológica, por eso hay que revisar la tiroides. También estudiar si el paciente está anémico y mirar cómo están los niveles de ferritina (proteína encargada de transportar, liberar y almacenar de forma controlada el hierro)”, ha explicado la médica dermatóloga Isabel Cristina Cuellar, coordinadora de la especialización en Dermatología de la Universidad Javeriana, en Bogotá.

¿Qué recomiendan los expertos?

Según la Clínica Capilar Scatter, localizada en Quito, varios pacientes que sufrieron de COVID-19 luego presentaron una falta de vitaminas necesarias para que el cabello se mantenga sano. Estas, llamadas oligoelementos, juegan papeles importantes en una variedad de procesos biológicos y una falta de ellas puede resultar en la pérdida excesiva de cabello.

Pese a esto, el proceso de pérdida de cabello puede ser interrumpido a través de la terapia, que frena la caída con resultados visibles al segundo mes de tratamiento.

La pérdida de cabello es un problema común y la clínica Scatter recomienda resolverlo con ayuda de profesionales, pues muchos de los consejos que se encuentran en internet carecen de fundamento médico. En los casos relacionados al coronavirus, la caída puede estar relacionada a problemas con el sistema endócrino, el cual puede verse afectado por la enfermedad.

De acuerdo a un comunicado de Scatter, se debe estudiar si los pacientes que se recuperaron de la COVID-19 tienen problemas en la tiroides o si tienen los niveles correctos de la proteína ferritina, encargada de transportar y almacenar hierro.

En la mayoría de los casos, la caída está relacionada al estrés y puede ser tratada con una terapia dermatológica cuyos efectos se pueden notar en un par de meses.

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