Los Ángeles (EE.UU.).- Dave Halls, el asistente de dirección que entregó a Alec Baldwin la pistola con la que el actor mató accidentalmente a Halyna Hutchins, dijo sentirse «abrumado» y «entristecido» cuando se cumplen casi dos semanas del incidente.
Halls, una «persona de interés» en la investigación llevada a cabo por las autoridades de Nuevo México (EE.UU.), aseguró este lunes al diario The New York Post que espera que la tragedia impulse a la industria del cine a «evaluar sus valores y prácticas para garantizar que nadie vuelva a sufrir daños a través del proceso creativo».
«Halyna Hutchins no era únicamente una de las personas más talentosas con las que he trabajado, también era una amiga», sostuvo en sus primeras declaraciones a la prensa.
El hombre no dio más detalles sobre la tragedia ya que el equipo del rodaje tiene prohibido hablar sobre el asunto mientras dure la investigación, algo que el propio Baldwin explicó a los paparazzi que le seguían este fin de semana.
Como asistente de dirección, Halls tenía el deber de supervisar la pistola antes de entregársela a Baldwin.
Según otras personas que dicen haber trabajado con él, el profesional fue despedido de un rodaje en 2019 por otro disparo indeseado aunque, por fortuna, no hirió a nadie.
De acuerdo con su declaración policial, publicada por la oficina del Sheriff de Santa Fe (Nuevo México, EE.UU.), Halls no revisó detenidamente el arma antes de ensayar la escena porque estaba convencido de que contenía balas de mentira.
Según el documento, el asistente recuerda examinar tres compartimentos del tambor de la pistola, un revolver Colt 45, pero no es consciente de si la armera de la producción giró luego ese mismo tambor.
Aunque el hombre debía dar la pistola a Baldwin, la supervisión de todas las armas presentes en el rodaje estaba a cargo de Hannah Gutierrez Reed, una armera que culpó a los productores de la película de no seguir sus recomendaciones y de saltarse una sesión de entrenamiento sobre seguridad en el estudio.
Asimismo, la armera dijo no tener «ni idea» de la procedencia de las balas auténticas que los investigadores han localizado en el estudio donde se filmaba el wéstern «Rust».
La investigación trata de saber quién, y con qué fin, introdujo munición real en el recinto donde la directora de fotografía murió al ser disparada durante un ensayo.
Las declaraciones de miembros del equipo que trabajaban en la producción retratan un ambiente de trabajo precario en el que las protestas se amontonaban y por el que dimitieron media docena de empleados el mismo día del trágico accidente.
Ante las preguntas de la prensa sobre la posible responsabilidad legal de Baldwin, que además de protagonista de la película es uno de los productores, el sheriff recalcó que «nada está descartado». EFE
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