El Gobierno Nacional aceptó el diálogo con la Asamblea, tal y como lo solicitó Virgilio Saquicela en una misiva enviada al Presidente de la República. El Ejecutivo le dijo «Sí» al llamado, pero pone sus puntos y condiciones.
Francisco Jiménez, Ministro de Gobierno ya dijo en días anteriores «que no permitiría el chantaje de ningún sector».
Añadió que para el Gobierno central, los temas prioritarios y tentativos que se deben incluir en el debate deben estar enfocados en la generación de empleo, promoción de inversiones, problemática de la seguridad ciudadana y que debe haber una relación «fluida e institucional» entre los dos principales poderes del Estado (Legislativo y Ejecutivo).
Jiménez, dijo hoy, 29 de julio de 2022, que «probablemente este acercamiento se podría producir en el transcurso de la próxima semana», dijo.
«Esto permitirá trazar una agenda que lleve a abordar los problemas que tiene el país actualmente», indicó el funcionario en una rueda de prensa dada en la Gobernación del Guayas.
La reunión de coordinación tendría como fin, definir una agenda mínima entre estos poderes del Estado. Ésta podría concretarse seis semanas después de que una mayoría en la Asamblea, liderada por el bloque correísta y sus aliados del movimiento Pachakutik, Izquierda Democrática (ID), y algunos independientes, fracasó en su intento de destituir al presidente Lasso a no haber reunidos los 92 votos suficientes.
Comisión del Ejecutivo
Por lo pronto, el Gobierno ya designó a sus voceros para la reunión con los funcionarios de las distintas bancadas legislativas. La comisión estará presidida por el Ministro de Gobierno (a la cabeza), e integrada por un asesor jurídico y un constitucionalista.
Francisco Jiménez agregó que están a la espera de que la Asamblea designe sus delegados, pero se adelantó a sugerir que podrían ser los jefes de las cinco bancadas más representativas. Así se establecerá una agenda de trabajo conjuntamente ya que la comisión sólo tendrá sentido en la medida que se defina una agenda.
«Si nos vamos a sentar a dialogar no será para tomar el té, sino para trabajar en función de una agenda de país, aprovechar para trabajar en los cinco últimos meses que faltan para que concluya este año, queremos una relación sana con el legislativo, sabemos que está dominado por la oposición al gobierno; eso es lo que sucede en democracia, pero mientras se respete la ley y la Constitución, no tenemos nada que objetar», precisó Jiménez.
Recordó que el Parlamento demoró casi 60 días en designar vicepresidentes, y el Ejecutivo aún no tiene claro en qué ha supuesto una diferencia la salida de la entonces presidenta (Guadalupe LLori), y la entrada de otro presidente (Virgilio Saquicela), o la destitución de una vicepresidenta (Yeseña Guamaní).