El Congreso de los Diputados de España avaló este jueves por mayoría la petición de adhesión de Suecia y Finlandia a la OTAN, pese a que el Gobierno español de coalición se dividió en su voto, ya que mientras el Partido Socialista votó a favor la formación de izquierda Unidas Podemos se abstuvo.
El pleno del Congreso ratificó por 290 votos a favor, 47 abstenciones y 11 en contra los protocolos a los tratados del Atlántico Norte sobre la adhesión de Suecia y Finlandia, que deben ser votados en los parlamentos de los treinta países de la OTAN.
La adhesión contó con el apoyo, además de los socialistas, del principal grupo de oposición, del conservador Partido Popular y el ultraderechista Vox, tercera fuerza en la Cámara baja del Parlamento español, entre otros.
Además del socio de coalición, se abstuvieron otros como los independentistas catalanes de ERC o los vascos de EH Bildu, que puntualmente dan apoyos parlamentarios al Ejecutivo, al ser contrarios a la OTAN, por entender que no resuelve conflictos y que Europa debe tener autonomía respecto a la Alianza Atlántica, pero argumentando que no pueden votar en contra de decisiones soberanas de Suecia y Finlandia.
Entre los votos en contra se encontraban diputados de Izquierda Unida, que es parte de Unidas Podemos y cuyos cuadros proceden en su mayoría del histórico Partido Comunista de España (PCE).
Los socialistas argumentaron que no puede existir equidistancia entre «los que sufren y los que provocan el sufrimiento», en referencia a la invasión rusa en Ucrania, al señalar que Suecia y Finlandia buscan «protegerse y no atacar, disuadir y no combatir».
Las formaciones políticas que votaron a favor coincidieron en que Suecia y Finlandia son países con tradición pacifista, que han mantenido posturas neutrales frente a Rusia y que sin embargo ahora ven una amenaza en el presidente ruso, Vladímir Putin.
No obstante, los partidos de oposición que votaron a favor reprocharon al Gobierno sus diferencias en la coalición, al criticarle que sea el único de la alianza junto a Turquía desde el que se han mostrado reticencias.
El ministro español de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, declaró este miércoles que es «normal» que en un Gobierno de coalición haya «distintos matices» y consideró que no se daña la imagen de España.
La adhesión de ambos países nórdicos, que son miembros de la Unión Europea pero no de la Alianza Atlántica, fue solicitada en la cumbre de la OTAN celebrada en Madrid el pasado junio, al cambiar su línea de neutralidad durante décadas a raíz de la invasión rusa en Ucrania. EFE