Quito, Ecuador
El país quiere un cambio, aquello es innegable. La razón por la que Guillermo Lasso es el actual Presidente de la República es porque, el ciudadano, en urnas expresó que ya estaba cansado de un modelo totalitario, rancio, corrupto y carente de toda libertad.
Con el pasar del tiempo, el Gobierno oyó este clamor y decidió hacer lo correcto: llamar a una consulta popular. Es evidente que los grupos más radicales como el correísmo, la CONAIE y el Partido Social Cristiano traten de hacer campaña por el “NO” y que incluso traten de usar artimañas para tratar de revocar el mandato del Primer Mandatario. Pues, durante estos años vimos, como país, que estos grupos sólo quieren defender sus propios intereses, entre los cuales yace una descarada impunidad.
Sin embargo, lejos de un lado político, y aterrizando en un tema ciudadano, la Consulta abre puertas a temas cruciales para sacar adelante el país:
Seguridad (en cuanto al nuevo rol que tomará las Fuerzas Armadas en apoyo a la policía para patrullar las calles y el otro tema que permite la extradición a narcotraficantes). Institucionalidad (restarle poder a ese nefasto Consejo de Participación Ciudadana y Control Social y reducir el número de asambleístas, enviando así a los legisladores actuales a sus casas por desconexión con el país, salvo contadas excepciones y que existan sólo los mejores para representarnos), además de garantizar la autonomía a la Fiscalía General del Estado.
En cuanto a la exigencia de que partidos y movimientos tengan un número mínimo de afiliados, implica que no tengan gente improvisada que a última hora se pongan la camiseta de un partido que no les representa sólo para tener adeptos y votantes. Sobre el tema hídrico y su preservación implica una importancia para preservar la vida y la naturaleza.
Tras realizar este breve resumen, de las que serían las ocho preguntas, se nota la identidad ciudadana, de cada persona que en los rincones de la Patria podrán con su voto dar ese SÍ mayoritario para que el Ecuador avance y nunca más retroceda a un funesto pasado, el que se vio marcado casi por una dictadura que duró una década, la cual hizo todo lo posible por acaparar el poder, entonces, desde un lado contrario, podamos ver un brillante futuro más adelante.
Las últimas encuestas evidencian un apoyo a esta iniciativa de entre un 67% y un 86% por parte de los ciudadanos que votaremos, indudablemente, favorablemente. Sin embargo, más allá, demuestra que la inmensa mayoría de ecuatorianos nos preocupa el país y queremos empujarlo… ¡Juntos lo vamos a lograr!
