Madrid, 16 oct (EFE).- Las imágenes de la novena jornada de LaLiga Santander:
. Los errores de Eric García
El karma a veces es caprichoso y este fin de semana le jugó una mala pasada a Eric García. En el curso anterior, durante la goleada del Barcelona sobre el Real Madrid (0-4), tuvo tiempo de reirse de Vinícius lanzándole una ironía: «Tú, el año que viene, Balón de Oro. Balón de Oro«, le dijo. Menos de un año después, se le borró de la cara la sonrisa que antaño lució en su rostro después de asaltar el Bernabéu junto al resto de sus compañeros.
En este último clásico, sin duda, fue uno de los señalados de la derrota del Barcelona (3-1) tras fallar en dos de los tantos del Real Madrid. Primero, con un toque de cabeza defectuoso que acabó en el segundo tanto, obra de Fede Valverde. Y, después, cuando el cuadro azulgrana apretaba para empatar, pisó a Rodrygo dentro del área y provocó un penalti que acabó con el partido. Sin duda, ña actuación de Eric García, fue la imagen negativa del clásico.
. Griezmann, la imagen del éxito para dar la razón a Simeone
Con Joao Félix suplente y en el foco mediático por su falta de protagonismo, Antoine Griezmann, renovado recientemente hasta 2026 en el Atlético de Madrid, silenció a los críticos de Simeone con un tanto valiosísimo en un campo muy complicado como es San Mamés.
Suyo fue el gol de la victoria frente al Athletic (0-1), el tercero que marca este curso, para dar la razón a Simeone, que antes del duelo justificó la ausencia del portugués: «En este momento hay otros compañeros que lo están haciendo mejor. Ojalá que cuando le toque, lo demuestre. Cada vez que estuvo bien, jugó», dijo. Griezmann, con su gol y con su celebración, se reivindicó a sí mismo y, ya de paso, a su entrenador.
. Illarramendi y un grito ausente durante cuatro años
Hacia mucho tiempo que Asier Illarramendi no marcaba un gol. En concreto, desde el 24 de agosto de 2018, cuando perforó la meta del Leganés en un partido de Liga. Desde entonces, el centrocampista de la Real Sociedad, mermado por las lesiones, no había tenido la oportunidad de aumentar sus estadísticas anotadoras.
Sin embargo, esta jornada, fue uno de los grandes protagonistas del choque que su equipo ganó 1-2 al Celta de Vigo. Illarramendi, a la media hora, firmó un zurdazo desde fuera del área inapelable con el que adelantó a su equipo. Marcó un golazo y lo celebró con un grito enorme con el que dejó atrás cuatro años de sequía. Además, fue un grito con sabor europeo. La Real, tras cuatro victorias seguidas, es quinto con los mismos puntos que el tercero y el cuarto (Atlético y Betis, respectivamente).
. El alivio de Jorge Sampaoli
Si hay una imagen que define a Jorge Sampaoli en los últimos encuentros es la de la inquietud. Casi siempre en movimiento, de un lado a otro de la zona de banquillos, no para quieto. Y, este fin de semana, en Mallorca, el técnico del Sevilla recorrió varios kilómetros envuelto en su nerviosismo por la necesidad de que su equipo lograra una victoria importantísima.
La consiguió. Ganó 0-1 con un tanto de Nemanja Gudelj en la segunda parte y a la tercera fue la vencida para ganar su primer partido como preparador del conjunto andaluz. Desde que Sampaoli sustituyó a Julen Lopetegui, el Sevilla empató ante el Athletic y el Dortmund. El pitido final en Mallorca acabó con su inquietud y la cara de alivio de Sampaoli mostró la felicidad de un técnico que quiere voltear el mal inicio de curso del Sevilla.
. Pere Milla, Pulido Santana y una ley de la ventaja
La gran polémica de la jornada la protagonizaron esos dos actores. En Mestalla, cuando el Valencia y el Elche empataban (2-2), el árbitro Juan Luis Pulido Santana evitó un gol del conjunto ilicitano obra de Nico Fernández. Primero, aplicó una ley de la ventaja tras una falta previa sobre Pere Milla. Y, después, cuando Nico Fernández ejecutó el remate que acabó en las mallas, se desdijo.
Su decisión provocó las airadas protestas de los jugadores del Elche y una de las imágenes de la jornada. Sin embargo, después del choque, Peré Milla disculpó al colegiado de forma muy deportiva: «Voy a ser sincero, le he visto la cara y era de ‘qué putada’. Veníamos hablando de los árbitros y le sabía mal porque tenía que dar la ley de la ventaja. Se equivocó y lo reconoció. Me sabe mal, porque lo hizo con toda la buena fe del mundo. Todos fallamos, somos personas, no máquinas, y la vida sigue», afirmó. EFE (I)