Alemania podría entrar en recesión técnica a principios de este año

ARCHIVO - Grandes grúas en una obra en construcción al amanecer. La economía alemana se contrajo en el cuarto trimestre de 2022. Foto: Karl-Josef Hildenbrand/dpa

La inflación y la crisis energética frenaron la economía alemana en el cuarto trimestre de 2022, lo que podría derivar en una recesión en los primeros meses del nuevo año, según los datos de la Oficina Federal de Estadística conocidos hoy.

El producto interior bruto (PIB) se contrajo un 0,2 por ciento en los últimos tres meses de 2022 en comparación con el trimestre anterior, sobre todo debido a la caída del consumo de los ciudadanos. Inicialmente, la autoridad con sede en Wiesbaden preveía un estancamiento del PIB de octubre a diciembre.

Según los expertos, es probable que la producción económica vuelva a contraerse en el primer trimestre del año en curso. Si el PIB cae durante dos trimestres seguidos, los economistas hablan de recesión técnica. «Las elevadas tasas de inflación han llevado a la economía alemana a una recesión invernal», indicó el responsable económico del Ifo, Timo Wollmershäuser.

Impulsada por los elevados precios de la energía y los alimentos, la inflación alcanzó una media anual del 7,9 por ciento en 2022, el nivel más alto desde la fundación de la República Federal.

Thomas Gitzel, economista jefe de VP Bank, parte de la base de que no se producirá un grave desplome de la economía alemana. «No obstante, se registrará una ligera recesión, y también es probable que el PIB alemán vuelva a caer ligeramente en el actual trimestre».

A finales de 2022, el gasto de los consumidores, que había apoyado la economía alemana tras el fin de la mayoría de las restricciones por el coronavirus, cayó en términos de precios, estacionales y ajustados al calendario en comparación con el trimestre anterior.

«Los consumidores no son inmunes a la erosión de su poder adquisitivo debida a una inflación récord», explicó Jörg Krämer, economista jefe de Commerzbank.

El economista jefe de Deutsche Bank para Alemania, Stefan Schneider, también espera que la mayor economía europea se contraiga en el primer trimestre de 2023. «Sin embargo, solo será realmente una recesión técnica -es decir, dos trimestres consecutivos de contracción del PIB- y no un retroceso del crecimiento como se temía hasta hace poco».

En general, los economistas ya no son tan pesimistas sobre las perspectivas para este año como lo fueron tras el inicio de la guerra rusa en Ucrania en febrero del año pasado.

Dado que el Estado está aliviando con miles de millones en ayudas a los hogares y a las empresas de la fuerte subida de los costes energéticos, algunos prevén incluso un ligero crecimiento económico en el año en curso.

Es el caso del gobierno germano, que espera un aumento del 0,2 por ciento del PIB en 2023. Según el último informe económico anual del Gobierno, es probable que la ralentización económica a comienzos de este año sea más breve y leve de lo previsto en otoño europeo.

El ministro de Economía, Robert Habeck, del partido Los Verdes, declaró que este año no habrá una profunda recesión económica y que se han evitado los peores escenarios.

En el conjunto de 2022, la mayor economía europea creció un 1,8 por ciento a pesar de las dificultades.

El estado de ánimo de las empresas y los consumidores lleva tiempo mejorando. Según la empresa de estudios de mercado GfK, el clima de consumo ha aumentado por cuarta vez consecutiva.

«Aunque el nivel sigue siendo muy bajo, el pesimismo se ha atenuado últimamente», declaró recientemente Rolf Bürkl, experto de GfK.

Las empresas empezaron el nuevo año con más confianza. El clima empresarial del instituto económico Ifo subió en enero 1,6 puntos, hasta 90,2 puntos. También fue el cuarto aumento consecutivo.

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