La Fiscal General Diana Salazar ha formulado cargos por cohecho en contra del expresidente de la República Lenín Moreno, algunos de sus familiares, y en total contra 37 pesonas, a las que ha acusado de pagar y recibir sobornos de la compañía china Sinohydro para lograr obtener el contrato para la construcción de hidroeléctrica Coca Codo Sinclair, durante el gobierno del entonces Presidente Rafael Correa.
Según la Fiscalía, el entonces vicepresidente Lenín Moreno recibió 660 mil dólares, por parte de la compañía Recorsa, que identifica como una «empresa espejo» de Sinohydro.
Para la presentación de su caso, la fiscal Diana Salazar ha demorado cuatro horas. Mientras que cada procesado podrá intervenir durante 10 minutos. Es decir, la audiencia demorará unas 10 horas.
Teoría de la Fiscalía
Para presentar su caso, la fiscal Diana Salazar mencionó que Ecuador cuenta con entornos naturales favorables para la implementación de proyectos sostenibles. Por esta razón, continuó su relato, en los años 2000 se consideró la posibilidad de construir hidroeléctricas. Es así que el 31 de enero de 2008, el directorio de Conecel resolvió declarar de alta prioridad nacional al proyecto Coca-Codo Sinclair, en Napo.
Según Salazar, la magnitud económica y técnica de esta obra fue el escenario idóneo, para que un grupo de funcionarios, entre 2009 y 2018, reciban cuantiosas dádivas a cambio de contraprestaciones ilegales. ¿Cómo se gestó este entramado? La Fiscal mencionó que, el 25 de septiembre de 2008, se publicó la convocatoria de licitación, para la ingeniería, construcción, montaje y puesta en marcha del proyecto hidroeléctrico.
Y el 13 de enero de 2009 se limitó la participación de varios oferentes, al condicionar la inclusión del financiamiento del proyecto: según las condiciones establecidas, el 85% del presupuesto lo asumiría el ofertante y el 15% restante sería responsabilidad de Ecuador.
La obra estaba cifrada inicialmente en USD 1.679 millones. De esta manera, Salazar asegura que solo dos empresas se mantuvieron en el proceso, y una de estas era Sinohydro:
«Siendo los amigos cercanos de Lenín Moreno, Conto Patiño y Xavier Macías, los que actuaban como representantes de esta última», destacó Salazar.
Así se repartirían los sobornos
Según Salazar explicó al juez Rojas, primero se identificó una empresa para hacerlo. Se eligió a una de las empresas de Conto Patiño: Comercial Recorsa. Con el fin evidente de establecer fachada empresarial, dijo la investigadora, se perfiló la razón social de la empresa, de manera que su actividad vaya alineada a la construcción de la obra pública.
Por otro lado, lo que sus accionistas ampliaron la oferta comercial de la misma.
Así, Conto Patiño acudió al Banco Pichincha Panamá, y el 1 de julio de 2010 abrió una cuenta. En ese trámite, Patiño Informó que los fondos que iba a recibir en esa cuenta provendrían del 4% del proyecto de construcción de la hidroeléctrica.
Una vez abierta la cuenta, Recorsa habría recibido unos USD 76 millones de Sinohydro. Mientras que otros USD 400.000 llegaron en la cuenta de Recorsa, empresa espejo en Panamá.