El presidente de Cuba, Miguel Díaz-Canel, calificó los resultados de las elecciones parlamentarias del domingo como «una victoria revolucionaria».
A través de su cuenta de Twitter, el mandatario insular valoró la participación en los comicios -75,92 %, ocho puntos menos que en 2018- como un «jonrón limpio» a pesar «de la feroz campaña y los llamados al abstencionismo» de la disidencia.
Pese a que se trata de un porcentaje muy alto en cualquier otro país del hemisferio occidental, la cifra se aleja considerablemente de la media histórica antes de 2018, por encima del 90 %.
Sin embargo, fue mayor que en las dos citas con las urnas previas: el referendo del Código de las Familias de septiembre y las municipales de noviembre.
De acuerdo con los datos preliminares del Consejo Electoral Nacional (CEN), los 470 candidatos -para 470 asientos, en su inmensa mayoría militantes del Partido Comunista o de organizaciones afines- lograron superar el umbral del 50 % de los votos, por lo que resultaron electos.
«Este domingo fue un día de fiesta, de alegría, de confirmación, de convicciones», añadió Díaz-Canel.
Tras la jornada del domingo, tres ONG de observación electoral independiente -en Cuba no hubo observadores internacionales- calificaron los comicios como los «más irregulares» en el país desde 1976 y consideraron que no se atendió a la «voluntad» del electorado. EFE