El presidente de Bolivia, el izquierdista Luis Arce, no viajará finalmente a Quito para asistir el jueves a la investidura del presidente electo, Daniel Noboa, si bien figuraba entre las autoridades confirmadas a primera hora de la tarde de este miércoles, según señalaron a EFE fuentes del Ministerio de Relaciones Exteriores ecuatoriano.
Sin Arce entre los asistentes, el único jefe de Estado que en principio estará en la cita será el presidente de Colombia, Gustavo Petro.
El resto de países invitados a la ceremonia optaron por enviar a sus vicepresidentes, cancilleres, viceministros o embajadores, pues la corta antelación con la que se anunció la fecha de la investidura de Noboa dificultó a muchos Gobiernos enviar delegaciones de mayor nivel.
Noboa asumirá el cargo de presidente en una breve ceremonia en la sala plenaria de la Asamblea Nacional (Parlamento), donde estará acompañado de su vicepresidenta electa, Verónica Abad.
Allí, después de recibir la banda presidencial, pronunciará su primer discurso como jefe de Estado y después se dirigirá al palacio presidencial de Carondelet, en el centro histórico de Quito, donde ya ha anticipado que prevé declarar un estado de excepción para acelerar el trámite de una reforma tributaria y otra energética.
No habrá ministros hasta el domingo
Así lo señaló el electo presidente en declaraciones a periodistas que lo abordaron a la salida del ensayo de la ceremonia de investidura y a los que también reveló que no será hasta el domingo cuando presente en su totalidad a su gabinete de ministros.
Tras haber ganado la segunda vuelta de las elecciones presidenciales el pasado 15 de octubre a la correísta Luisa González, Noboa aún no ha revelado quiénes se ocuparán de las carteras de Interior y Defensa, que deben encargarse de manera más directa de la crisis de inseguridad y violencia que vive el país.
También, según medios locales, la economista Sariha Moya no asumirá la cartera de Economía y Finanzas como inicialmente había anunciado, sin que hasta el momento se conozca otro nombre para otro complicado sector que debe encargarse de frenar el déficit. EFE
