Guayaquil, Ecuador
Horas después de aprobados nuevos impuestos que deberemos pagar los ecuatorianos como el aumento del ISD, a las utilidades empresariales, y a las utilidades bancarias; el ejecutivo presentó un veto parcial al proyecto de ley para insistir en el aumento del IVA.
Si bien es necesario encontrar financiamiento para el grave problema de seguridad que estamos atravesando, es equivocado querer resolver el problema fiscal solo del lado de los ingresos sin tocar los gastos estatales, parece que el presidente y los asambleístas no se dan cuenta de los efectos recesivos que el aumento de impuestos podría tener sobre el comercio y las familias ecuatorianas.
Nuevamente quieren cargar los costos a los ciudadanos de bien, mientras que los políticos se niegan a bajar el gasto, si desean mayores ingresos, eliminen ministerios y secretarías que hoy no aportan nada al desarrollo nacional, eliminen los subsidios a los combustibles, pongan empresas públicas que solo generan pérdidas a la venta, y como forma de atraer mayor inversión y capital, no aumenten sino reduzcan impuestos como el ISD, mismo que el presidente se negó a bajar al 2% como estaba previsto.
Pretender incrementar nuevamente los impuestos sin reducir el gasto del Estado, no solo es deshonesto, sino también ineficiente. Algunos defienden este aumento de tributos diciendo que Ecuador tiene uno de los impuestos al valor agregado más bajos de la región, y aunque esto es verdad, otros países no pagan 15% de participación a utilidades, ISD, ICE, y un arancel promedio superior al de nuestros países vecinos.
Otro inconveniente, es que la tarifa del IVA no se plantea como una medida temporal para hacer frente a los gastos extraordinarios del conflicto armado, sino de forma indefinida, para que quienes gobiernan continúen gastando irresponsablemente.
Es el Estado el que debe ajustarse el cinturón y reducir su tamaño a las actividades que son realmente necesarias como la salud, seguridad y la educación. Para el resto de cosas, se debe dar paso al sector privado que históricamente ha demostrado ofrecer un mejor servicio y ser mucho más eficiente y tener una mejorar calidad del gasto.
Esperemos que sepan rectificar y eliminar tributos que pretenden meter la mano en el bolsillo de los ciudadanos, lo que se debe hacer para que el estado recaude más, es generar las condiciones para aumentar el nivel de inversión, el crecimiento y apertura de empresas, eliminar el déficit fiscal, bajar impuestos y suprimir regulaciones que entorpecen el libre funcionamiento del mercado.
Aunque todo lo que he mencionado puede parecer sentido común, recordemos que para quienes nos gobiernan, el sentido común, es el menos común de los sentidos.
