Taylor Swift llegó este domingo a primera hora de la tarde al Allegiant Stadium de Las Vegas (EE.UU.) para presenciar el Super Bowl entre los Kansas City Chiefs de su novio Travis Kelce y los San Francisco 49ers.
Con camiseta y pantalón negros y una chaqueta roja de los Chiefs al brazo, Swift apareció en el estadio de la ciudad del juego algo más de dos horas antes del comienzo del partido.
También llevaba un pequeño bolso con forma de balón de fútbol americano y un colgante, ambos accesorios con el número 87, que es precisamente el dorsal de Kelce con los Chiefs.
La cantante llegó acompañada de su madre Andrea Swift, de la actriz Blake Lively y de la rapera Ice Spice.
Ya en el palco del estadio, Swift compartió unos minutos antes del encuentro con Jason Kelce, hermano de Travis y jugador de los Philadelphia Eagles, y con Roger Goodell, que es el comisionado de la NFL.
El romance entre Swift y Kelce ha sido una de las grandes historias de la NFL en esta temporada, tanto que las cámaras y los fans han buscado a la artista constantemente en las gradas animando a su novio en cada partido.
En este sentido, desde que los Chiefs (vigentes campeones) se clasificaron para este Super Bowl había mucha expectación entre sus seguidores por saber si la cantante estaría en el estadio.
El motivo es que esta misma semana tenía cuatro conciertos en Tokio del 7 al 10 de febrero, el último de ellos justo un día antes de la final de la NFL.
No obstante, el hecho de volar de Japón a Estados Unidos le permitió ir ‘ganando tiempo’ por la diferencia horaria, de modo que la estrella del pop ya llegó el sábado por la noche a Los Ángeles (EE.UU.) y esta mañana solo tuvo que desplazarse hasta Las Vegas. EFE