Nueva York celebra desde este jueves su tradicional festival «Asia Week», que abarca exposiciones y subastas de arte asiático, pese al inminente cierre de un museo referente, el Rubin, que después de dos décadas se entrega a un nuevo modelo de negocio sin sede física.
Más de 40 instituciones, la mayoría galerías, muestran hasta el 22 de marzo obras procedentes de todo el continente asiático y acogen eventos en torno a la cultura y el arte asiáticos en este festival, que cumple 15 años «alimentando el entendimiento y la apreciación», según un comunicado.
No obstante, uno de los nombres en boga este año es el Rubin Museum, que tiene una de las colecciones de arte del Himalaya más grandes del mundo, y que cerrará las puertas el próximo 8 de octubre para convertirse en una institución «sin paredes» y seguir un modelo de préstamos y muestras itinerantes.
El museo, que hoy acoge una sesión de meditación y «mindfulness», se prepara para abrir mañana una gran exposición llamada «Reimaginar el arte del Himalaya ahora», que abarca los trabajos de 30 artistas contemporáneos de esa región, de su diáspora, o inspirados por su idiosincrasia.
Esta institución no ha sido ajena a los problemas sobre la propiedad cultural que afectan al mundo del arte y ha tenido que repatriar algunas obras en los últimos años, además de recortar su personal, según un artículo de CNN.
A lo largo de Nueva York, crisol de culturas donde la comunidad asiática supera el millón de personas, hoy abrirán más exposiciones de arte en más de 20 galerías, como la Loewentheil Photography of China Collection, que muestra algunas de las fotografías más antiguas de mujeres chinas, de 1860 a 1870.
También destacan varias subastas en las principales casas de Nueva York, y entre ellas la de dos monumentos en bronce de «deidades iracundas» que datan de la dinastía china Ming, a la venta en Sotheby’s el 19 de marzo, valoradas en una horquilla alta de 5 y 6 millones de dólares cada una. EFE (I)